martes, 16 de enero de 2018

A GUERRA DE IFNI EN SÍNTESE FOTOGRÁFICA -IV-


¡Todo pola Patria!
Eu, servidor de vostedes, ¡e de España, tamén!, cando xa fun director daquela Sucursal fixen o que me era posible para anima-las tropas que nos defendían:


Entregando un trofeo: Gornicións contra Goberno.
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Salgo dunha e métome noutra.


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Ifni, ¿provincia? acabou retrocedida, desherdada! 


Firma da entrega de Ifni





¿Territorio de soberanía ou provincia? ¡Aí a tedes, que aí vos queda!
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COA MARY NON PUIDERON

Alí se quedou, soíña, a última de Ifni!


Desde o Bula-alam, contemplativa. Debaixo desa pelambre, un libro de Historia!





Ex-combatiente..., pola forza das circunstancias!



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Ano 2007 ¡50 Aniversario: pasaran 50! Nós estabamos na Coruña, pero fomos invitados aos actos que se ían celebrar nas Palmas de Gran Canaria.


General Ares, a neta do General Zamalloa, Diego Barber (doante do monumento), Josefina, e por último, eu, servidor.



Veteranos no Cemiterio de San Lázaro, ante o panteón dos ¿400?



En representación das forzas españolas


Familias Ares e Iglesias de Ussel



Josefina, señora de Ares e María del Puy Martín Agreda.


Brindando, nunha das mesas.



Josefina coa viúva e maila familia do General Iglesias de Ussel y Lizana




Josefina homenaxeada polo General Jefe de Canarias evocando as súas penalidades e mailos seus comportamentos patrióticos e humanitarios.

Pola miña parte tamén lle rindo homenaxe, outro, dedicándolle este álbum de lembranzas.
Xosé María

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Personaxes




Consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia…” -Declaración solemne de Franco en la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento.


Puedo prometer, y prometo…, ¡un puerto! Eso fue en su visita del año 1945, la única que hizo al Territorio,
pero sus conmilitones se gastaron el dinero en…, güisqui!












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El “Bancario”, -miembro del Somatén creado en Ifni para contribuir a la defensa de la Ciudad, y “Medalla de la Campaña de Ifni-Sáhara”, (en esta fotografía, el Autor, José María Gómez Vilabella, con su esposa, Estrella Josefina Rielo Castiñeira, saluda a Mary Paz, la nieta del General Gómez-Zamalloa, en presencia de uno de los hijos del General Iglesias de Ussel y Lizana), en los Actos del Cincuentenario de la Guerra de Ifni, en el Hotel Meliá- Las Palmas), -para no ser menos generoso que el Sr. Barber Cabrera, también ofrece su perdón, desde ya, a los chicos impetuosos del Istiqlal, concretamente a aquellos que le embistieron con un camión en las afueras de Safí, en mayo del 57, resultando su esposa con graves y múltiples heridas, a condición de que le dejen pasearse eternamente por los jardines del Sétimo, ya que la botánica es su debilidad actual, siquiera sea para compensar las arideces de sus diez años en el erial de Ifni. Las huríes se las deja a ellos, en sutil venganza, ¡para que les agoten! ¡He dicho!

Firmado:

Xosé María Gómez Vilabella
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Del Corán:

4, 78/76 Quien cree, combate en la senda de Dios.

4, 96/94 ¡Oh, los que creéis! Cando entréis en guerra por la senda de Dios, ved claro y no digáis a los que os ofrecen la paz: “No sois creyentes”, ansiando lo que os ofrece la vida mundanal. Dios tiene grandes botines. Así fuisteis anteriormente, pero Dios os favoreció. ¡Ved claro! ¡Dios está bien informado de lo que hacéis!

No son iguales, entre los creyentes, los no combatientes y los combatientes en la senda de Dios con sus bienes y sus personas. Dios nos prometió a todos la hermosa recompensa, pero Dios distinguirá a los combatientes por encima de los no combatientes dándoles una gran recompensa, una jerarquía respecto de Él, un perdón y una misericordia. Dios es indulgente, misericordioso.

37, 37 y s. ... los servidores devotos de Dios... tendrán vírgenes de mirada recatada, con ojos tan grandes como huevos de avestruz.

38, 49 y s. Los piadosos tendrán un hermoso lugar de retorno: los jardines del Edén tendrán abiertas sus puertas; y recostados en ellas, pedirán múltiples frutos y bebida, y junto a ellos estarán las vírgenes de mirada recatada.

56, 26 y s. Los compañeros de la derecha (los bienaventurados) estarán entre azufaifos sin espinas, entre acacias alineadas, de sombras extendidas, agua corriente y abundantes frutos, que no estarán cortados ni prohibidos. Las huríes, a las que formamos, a las que mantenemos vírgenes, coquetas, de poca edad, pertenecerán a los compañeros de la derecha.

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Relación (incompleta) de miembros del “Batallón de la Gabardina” (Somatén):

Diego Barber Ortega, Ángel Salve, Gregorio Pozo Crespo, Miguel Antón Sala, Manuel Calderín Sánchez, Ramón Padrón, Antonio Calderín, Rafael López, José Santana Henríquez, Manuel Candela, Eloy Candela, Antonio Mogica, Gaspar de las Heras, Antonio Torres, Luis Díaz, Sabas Arrigote, Porfirio Rodríguez, José Linares, Julián Diéguez, Antonio Suárez, Pedro Perea, Miguel Lorenzo, Rómulo Lorenzo, José Luis Vives, Vicente Antonio Barberán, Francisco González, Mariano Asenjo, José y Tomás Serrano Capdepón, Antonio Medrano, Pedro Guillén, Guillermo Rodríguez, Manuel Torres, Juan Artiles, Emilio Rodríguez, Jesús Rodríguez, Francisco José Rodríguez, Luis García, Blas García, Juan García, Pedro Vinué, Luis Guimerá, Ernesto López, Joaquín Cabrera, Ramón Pacreu, Antonio Pérez, Matías Silva, Joaquín Bish Medina, Prudencio Navarro, Manuel López, Jerónimo Sáenz de Tejada, Jerónimo Castaños, Conceso San Pablo, Luis Acero, Manuel Torres, Cristóbal Suárez Morales, José María Gómez Vilabella, Gaspar de las Heras Iglesias.
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Iso foi onte; hoxe, 2017, Josefina coa nosa asistenta, Shakina, tan amigas e tan felices, ambas.


Xosé María Gómez Vilabella
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Aos 60 anos daquela guerra o Faro de Vigo publicou esta entrevista


Domingo, 8 de abril de 2018
Reportaje
Estela
FARO DE VIGO
Sobrevivir a una guerra silenciada
El gallego Xosé María Gómez Vilabella rememora sus vivencias en el conflicto de Ifni, que enfrentó a España y Marruecos hace 60 años, mientras trabajaba para el Banco Exterior de España
(Periodista: Ana G. LISTE; fotógrafo: Carlos Pardellas)
Una guerra borrada de la memoria colectiva. Un conflicto que prácticamente solo recuerdan sus supervivientes, y sus familias. Han pasado 60 años, pero las heridas siguen abiertas. El conflicto de Ifni transcurrió entre noviembre de 1957 y abril de 1958 en un territorio dominado por España en Marruecos. Una zona que el denominado Ejército de Liberación Marroquí quiso recuperar a cuchillo y cuyas vicisitudes fueron tapadas en su momento, incluso por la dictadura franquista.
En mayo del año 1957, meses antes de que el ataque principal sucediera, viniendo para Galicia en mi De Soto, llegando a Safí, un camión con gente del Istiqlal (partido político marroquí), que me conocieron por el coche, nos acometieron en una recta. ¡Les estorbaba el Banco, no yo! Tres vueltas de campana, y mi mujer sangrando por ocho o diez heridas debajo de una de las ruedas; y el niño en la cuneta, más adelante. Pasó un coche de franceses, que nos recogió… Fue la primera vez que los musulmanes atacaron con un camión a europeos. Los franciscanos de Safí nos prestaron auxilios de toda clase; impagables. Al regresar a Ifni, el General Gobernador (de parte del Pardo) me conminó a que dijese que lo nuestro fuera un accidente y no un atentado. Así lo hice, hasta después de la muerte de Franco, cuando publiqué mi primer libro “Cacería de ciclóstomos en Ifni”. Con decir que los ciclóstomos se pescan pero no se cazan, ya se entiende el espíritu del libro”.
Xosé María Gómez Vilabella (Montecubeiro, Castroverde, 1930) sobrevivió a esta guerra en la que no llegó a combatir pero que, como se desprende de su relato, le afectó desde antes de que estallase. Tenía 27 años y llevaba cuatro en el Banco Exterior de España, el único abierto en la plaza según cuenta, y que además de sus funciones propias se ocupaba de los servicios de la Tesorería del África Occidental Española.
El territorio de Ifni está a unos 300 kilómetros de la isla de Lanzarote, en la costa de Marruecos. Fue cedido a España por el rey marroquí por el Tratado de Tetuán, en 1860, y formó parte de las provincias españolas hasta 1969. “Fue una guerra silenciada desde el primer momento. Cuando en Madrid supieron por la Pirenaica (la radio clandestina) lo que pasaba en Ifni, ¡otro 2 de mayo!, la gente se fue al Pardo con intención de apedrear a la escolta, pero Franco, los mandó de inmediato a Barajas, ¡y de allí para Marruecos!”, rememora Gómez Vilabella.
El lugués se marchó de Castroverde con 18 años para hacer la mili en Madrid, en el Ministerio del Ejército, para poder estudiar. “Me destinaron de mecanógrafo para el Consejo Supremo de Justicia Militar y allí tuvo ocasión de conocer importantes secretos de Estado”, explica.
“Destinado en Madrid, en la central del Banco, supe que había en Ifni una plaza de Oficial Primero. Había compañeros con mejor puntuación, pero se dio la casualidad de que se declaró en Ifni una epidemia de peste bubónica, y yo fui el único que se atrevió a ir allí en esas circunstancias, lo que me supuso un salto en el escalafón de 18 años”, cuenta.
Allí, en Ifni, aguantó toda la guerra hasta que en 1962, cuando fue destinado unos meses en el Aaiún, se enteró de que había una vacante de Apoderado en Gijón y volvió a España, descendiendo voluntariamente de categoría. “Estudié sin parar y cuando me vine para A Coruña acabé el Profesorado Mercantil y pasé a la UNED, en la que estuve hasta los 60”, dice. Gómez Vilabella le pone mucha retranca a lo que vivió, porque más importante que las marcas físicas que le dejó, lo son las emocionales.
Gómez Vilabella: “España no vale para colonizar, ¡ni en América ni en África”. Las víctimas en el Bando español ascendieron a 205 muertos y 166 desaparecidos.
“España no vale, nunca valió, para colonizar. ¡Ni en América ni en África!”, asegura Xosé María Gómez Vilabella. “Colonizar es, ante todo, sincronizar, comprender a los nativos, compartir con ellos. La colonización de América concluyó en Sevilla, en la Torre del Oro; y la de África, vaciando los sótanos del Banco de España”, añade.
Esto es lo que el gallego no olvida de aquellos años en Ifni. Una tierra de la que se marchó pese a que le supuso bajar de escalafón en su trabajo. Además de diversos artículos, Gómez Vilabella ha publicado varios libros con esta temática. “Cacería de ciclóstomos en Ifni”, “Operación cuñada”, “Ifnada”, y “A guerra de Ifni”.
“Los chanchullos y los errores de España en sus posesiones de África no caben en los libros: ¡darían para una carrera”, asevera. Él se ha dedicado a contar en sus libros lo que nunca se hizo público desde el Estado, ni siquiera desde que se instauró la democracia.
No se manejan unas cifras oficiales de bajas en el conflicto de Ifni, pero en una exposición reciente en Barcelona, en el Museu de les Cultures del Món, se habla de 205 muertos y 166 desaparecidos del bando español, y de 519 y 296, respectivamente, en al marroquí.
“Creo que en mis libros hay una buena dosis de ironía, pues aquellos muertos (y desaparecidos, que realmente fueron muertos no localizados), merecen un respeto que no se les dio. Las cosas dramáticas se entienden mejor si las adobamos con vinagre”, sostiene Gómez Vilabella.
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