martes, 21 de agosto de 2012

IFNADA -I-



Nuestro defensor,
Excmo. Sr. D. Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce
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IFNADA

 Crítica histórica
en
vena de humor

Somatenistas,
en aquellas noches bélicas, tenebrosas, ignoradas e ignorados por nuestra madrastra
España.
“O verdadeiro heroísmo consiste en
trocar os anceios en realidades,
e as ideas en feitos”.
Castelao

Traducción:
El verdadero heroísmo consiste en
convertir los deseos en realidades,
y las ideas en hechos.
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DEDICATORIA
Aunque no tengan cruces ni placas,
y lleven medio siglo ausentes,
su entrega y su servicio a la Patria no están olvidados:
¡Quedaron en la Historia!
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Aeropuerto de Sidi Ifni,
¡nuestro cordón umbilical!

Sidi Ifni

Palacio (que fue) del Gobernador General de A.O.E.,
(fotografía del año 2007),
construido por España en estilo modernista,
Art Dec,
¡como todo en Ifni!
Desde el 30 de junio de 1969 con bandera marroquí.
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Aquí, en esta iglesia de Santa Cruz de la Mar Pequeña,
rubriqué, rubricamos, nuestro matrimonio,
después de casarnos por poderes.
Esta fotografía nos la hicimos,
en fraterna convivencia con los musulmanes,
¡oh casualidad!,
precisamente el día anterior a la noche de las gumías afiladas.


¡Con la tormenta encima!
Edificio del Banco Exterior de España - Sidi Ifni
En aquella ocasión lo defendimos los propios empleados,
desde su azotea,
con sacos terreros, fusiles, dos ametralladoras, bombas de piña y pistolas,
¡durante 90 días!
Animando a los soldados: Coñac, deportes…
Un poco de todo, o más bien, de todo, poco!
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Aquí estoy, que para aquí me mandaron,
¡de bancario!
Aquí estoy, dispuesto a ver y a oír,
¡pero no a callar!
Aquí estoy, tía Agar,
que me dijeron que este Territorio,
¡es una provincia hispana!
Creo que era, creo que fue,
más bien,
una provincia prosaica, pues de poesía,
¡nada!
Por consiguiente, una…,

¡IFNADA!
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CITAS DEL CORÁN
2, 186/190 Combatid en el camino de Dios a quienes os combatan, pero no seáis los agresores. Dios no ama a los agresores.
2, 187/191 ¡Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os expulsaron! ... Si os combaten, matadlos; ésa es la recompensa de los infieles.
2, 212/216 Se os prescribe el combate, aunque os sea odioso.
2, 215/218 Quienes creen, quienes emigran y combaten en la senda de Dios, ésos pueden esperar la misericordia de Dios, pues Dios es indulgente, misericordioso.
3, 13/15 Quienes sean piadosos tendrán junto a su Señor jardines en que corren los ríos; en ellos vivirán eternamente, teniendo esposas puras y la satisfacción de Dios.
3, 27/28 Los creyentes no tomarán por amigos a los infieles, prescindiendo de los creyentes. Quienes hagan eso, no tendrán nada procedente de Dios. Dios os advierte acerca de Él. Hacia Dios conduce el Porvenir.
3, 163/169 No tengáis por muertos a quienes fueron matados en la senda de Dios. ¡No! Están vivos junto a su Señor, están alimentados.
4, 73/71 ¡Oh, los que creéis! ¡Poneos en guardia! Lanzaos contra nuestros enemigos por grupos o en bloque.
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Marruecos = Al-Mamlakah al-Maghribiya
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¿Por qué?
Porque es digno, justo y bueno, útil para la posteridad, hacer testamento de los hechos históricos en los que nos cupo participar; y después de informados, una vez testados guardarlos en el baúl de la Historia, pero siempre con respeto y con la máxima solemnidad, por dramáticos y por viles que fuesen.
En este caso concreto he sido, me correspondió ser, testigo de excepción; quiero decir, civil, y por ende, imparcial, sin responsabilidades de importancia en el caso; salvo, acaso, aquella autodefensa, aquello del Somatén...!
Con estas circunstancias, y en ellas, en este relevo de la antorcha, en este renuevo generacional, les evito a mis herederos culturales, o pretendo hacerlo, sean rumís o no, molestias y desvíos interpretativos. Me estoy refiriendo a los estudiosos de la Historia, pues los otros, principalmente los pasotas..., esos optan por aquello de, ¡Chámame Xan, pero dame pan! (1)
El follón de Ifni, aquel rife-rafe, casi rifeño, comparativamente, circunstancialmente, y también con el Jefe en Babia, ¿fue una epopeya galaica, otra, otra más? ¡Claro que lo fue, y a demostrarlo voy!
. Gallego de nacimiento, sólo de nacimiento, que no de paciencia, aquel Franco, que no lo era tanto, ¡don Teódulo!
. Gallego absoluto, quiere decirse, enxebre, y por ende, genuino, ¡ese sí!, Gómez-Zamalloa. Un laureado, pero sólo por una vez, cando Zamalloa merecía dos, ¡o tres!, porque, a fuer de gallego, fue capaz de entender a su paisano, a Su Excelencia, a don Francisco, Paulino, Hermenegildo, Teódulo, Franco Bahamonde. ¡De entenderle, y de desobedecerle, al mismo tiempo! Y todo eso sin salirse del caqui, que ya es mérito! ¿Mérito, ascendiente, valentía...?
Con aquel acatamiento desobediente, con aquellos regateos tan galaicos, con aquel pero no, Zamalloa le evitó a España millares de muertos, potenciales o ciertos, en la última de las guerras magrebíes, que en cuanto a la Marcha Verde, lo del Sáhara… fue circense, una juerga de carnaval, una exaltación de la imaginación alauíta...!
En la del Rif, julio del año 21, y con menos motivo ya que, entre otras carencias, los de Abdelkrim no tenían metralletas, pero con eso y todo se fueron con Alá, asilvestrados, en aquel desastre, 15.000 españoles, ¡que si llegan a tener que enterrarles...!
El follón de Ifni de no ser por Zamalloa, antítesis de su colega, aquel General Silvestre, el del Rif, pudo tener un precio similar!
Volviendo al caso:
Gallegos la mayoría de los mandos militares en A.O.E.
Gallego el primero de nuestros caídos, el primero de nuestros heridos, ¡mortal! En Sidi Ifni, en aquellas vísperas siniestras, en aquellas tinieblas del 23.11.57: un soldadito de Bolaño, Castroverde, (Lugo).
Gallego también, ¡a mucha honra!, bancario y somatén en Ifni, este servidor, que lo es este que lo cuenta, este que os lo certifica, de primera mano, con la autoridad que le imprime el haber actuado, y padecido, por activa y por pasiva, aquellos avatares, que va a levantar el telón, una vez más, (2), y acaso con más objetividad y con menos acritud de la que se merece aquel Caso, aquella Epopeya, que no en vano pasó/pasé diez anos, ¡diez!, de mi mocedad, antes de la guerra, en la guerra y después de la guerra, en aquella A.O.E. ..., ¡güisquera! ¡Si, si, güisquera! ¿Qué más da güisquera que chispera, chispera que achispada? ¡África Occidental Española, para los no iniciados! En definitiva, espiando los dos flujos más importantes, el sanguíneo (la sangre de unos mozos paridos para el silencio de una muerte ignominiosa y estéril, encubierta por una prensa silenciada, parda, sumisa al Pardo). Y luego el flujo monetario, riadas de billetes en cientos de cajas de pino, procedentes de Las Palmas, que el menda transportó desde el aeropuerto, él solito, y con la pistola montada, en el asiento de al lado. Eso sin contar los cohetes fabricados, pagados, en otras latitudes y en otras esferas.
¿Hará falta glosar con más detalle este cúmulo de estupideces emanadas de un endiosamiento absurdo, egocéntrico, imperialista?
En cuanto a la forma: Epopeya, según los diccionarios en uso, es un "Poema narrativo extenso, de elevado estilo, acción grande y pública, personajes heroicos de suma importancia, en el que interviene lo sobrenatural y/o lo maravilloso".
Como ves, holgado y valiente lector que te atreves con este rollo de la IFNADA, la poesía está en los hechos, fifty-fifty heroico - picarescos, y no sólo en las palabras, que tan sublimes fueron, aquellos, los hechos, aparte de estériles, que estupidez sería, aunque me saliese en verso, forzar la consonante en detrimento de la verdad sobrancera, ¡y por ende, inmutable!
¿Escarmentaremos, o seguiremos de Quijotes, siempre desprevenidos, pródigos en fantochadas, soñando y cultivando imperialismos, glorias trasnochadas? Cinco siglos, ¡cinco!, consecutivos, colonizando, mestizando..., y esto sólo nos sirvió para aprender que la buena civilización es, consiste en, enseñar a convivir; y de paso, exportar mercancías, palabras e ideas, ¡que es lo único perdurable, lo único rentable! Por cierto, cualquier cosa por la que quieran preguntar en el Marruecos actual, Ifni incluido, ¡háganlo en francés! ¡Merci! ¡Il n´y a pas de quoi!
¿Para quién?
Primordialmente para mi hija Estela, (Stella Maris), engendrada en Ifni y parida en Lugo, que muchas historias africanistas, ifneñas, de aquel es Siba, de aquel Territorio tan bravo, tan..., residual, me lleva aguantado, así que quise hacerle este resumen testamentario para que le quede una herencia definitiva, sintética y clara, lo más posible, de aquel país que no llegó a ser el suyo, por un simple traslado de su padre!
¿Por qué, Señor; por qué les hicimos aquella galantería, tan rotunda y gratuita, sin firmar, ¡qué menos!, un Protocolo mínimo, compensatorio, satisfactorio, que reconociese, que conservase, alguno de los derechos históricos de España, singularmente los marítimos, tal que aquella pesquería, tan nuestra, tan comentada y tan documentada, a la que llamaron, unos y otros, Santa Cruz de la Mar Pequeña?
Aquí tienes la épica, ¿o tendría que decir, comedia?, por si te sirve de algo esta experiencia, este trayecto bochornoso, -de Cavite a Cuba, de Cuba a Annual, y del Annual a Ifni-, estas memorias, esta formación..., ¿o tendría que decir, deformación?, de tu padre,
José María.

IFNI Del libro Conversaciones Privadas con Franco, de Franco Salgado-Araujo, pag. 386 de la 1ª edición, hablando de Ifni: "En el Tratado de Paz con Marruecos, después de la campaña 1860-61 se dice que el Sultán reconoce a la costa occidental de aquella nación una franja de terreno en la que pudimos instalar una factoría pesquera, considerándola de soberanía española. Esta zona se tituló, desde entonces, Santa Cruz de Mar Pequeña".
Importa conocer que el enclave de Ifni tenía 70 kilómetros de costa rectilínea, con un mar bravío, ¡de siete olas!
IFNADA. Palabra compuesta de los afijos IF + NADA.
IF fue la matrícula de los coches de esta provincia, que hacía el número 51 de las de España, hasta el año 1969.
Para entender el sufijo, NADA: O se lee esta epopeya, o se hace una excursión por la pista P-8, Safi - Agadir - Tiznit. Y desde Tiznit, por la P-30, hasta Goulimine, de donde parte la 7129, de 57 kilómetros, que lleva a la ciudad de Sidi Ifni, ¡a lo que resta de su esplendor! Al Sur de Goulimine es zona militar, ¡con acceso prohibido desde 1976!
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"Consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia..." -Declaración solemne de Franco en la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento.
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"Y gritarán: ¡Oh, Malik! ¡Termine tu Señor con nosotros! Responderá: Vosotros permaneceréis aquí". Alcorán. Aleya 77, de la Azora 43.
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IFNADA
Puesta en escena
Sala: TRIBUNAL DE LA HISTORIA (3)
Preside: Doña Historia
Acusados:
Francisco Franco Bahamonde, ¡con h intercalada!,
Caudillo de las Españas, ¡por la gracia de Dios!
De la otra parte, el Malik, el Rey,
Sidi Mohamed V, Sultán Marroquí
Acusan:
Acusación pública española: Un Contribuyente.
Por la marroquí: Un Comisario del Ejército de Liberación.
Acusación privada española: Soldado X, muerto en acto de servicio.
Por la marroquí: Un Aguador, un tal Mohamed, alias Gallina.
Defienden:
Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce.
Si Allal el Fassi
Alguacil del Tribunal de la Historia: El Cabo Moreno, ¡entonces más negro que moreno!, que fue Cartero del Simancas, cuerpo expedicionario astur, ¡cronista de excepción, ya que bien excepcional fue aquel follón! Otro forzado, otro inocente..., que se pasó la mili en desplazamientos cotidianos, de la ciudad al campo, y del campo a la ciudad, ¡rodeado de alacranes!
Jurado mixto
Representan a España:
Un funcionario de la Tesorería del AOE.
Un comandante de la Policía Indígena.
Un comandante del Grupo de Tiradores de Ifni.
Una profesora de Enseñanza Primaria.
Un empleado de Banca.
El farero de Sidi Ifni.
Representan a los Magrebíes:
Un descendiente del Chej Ma el Ainín.
Un empleado de Alí Ben Boaida.
Un desertor del Grupo de Policía.
Un desertor del Grupo de Tiradores.
La mora Fatima, enfermera.
El moro Fadel, un destacado intelectual ifneño.
Actas: Por cuadriplicado, a un solo efecto: En gallego, en castellano, en chelja, y también en francés.
En la Sala: Puertas abiertas, tanto las interiores como las exteriores.
Traducción: Simultánea.
Taquígrafos - Secretarios: Uno por cada idioma.
SENTENCIA: Se supone que el Juicio no remate hasta que concuerden los doce miembros del Jurado, lo que entraña una dificultad especial, adicional, ¡que son pares!, y, además de eso, coprotagonistas en esta epopeya del Territorio.
Maqueta escénica: Esta obra se concibió para ser leída, o representada, por su extensión, con aparatos de lectura a distancia.
Tres actos o sesiones:
1º Acusadores y Defensores
2º Deliberaciones del Jurado
3º Sentencia
Escenificación:
Paño de fondo azul - celeste, tachonado de luceros. Alfombra moruna, de nudo, tejida a mano. En los laterales: A la derecha del espectador, un retrato de Franco; en pie, vestido de Capitán General. A la izquierda, Mohamed V; con chilaba y tarbus blancos, calzando babuchas, blancas o crema. Los retratos se orlan con las banderas respectivas.
Suenan unos compases de los himnos; y mientras, se alza el telón.
Después entra Doña Historia, una Señora muy aseñorada, una Matrona de cierta prestancia, con una palla espléndida, de lino crudo. Se tapa la boca, hasta los ojos, con un velo de gasa, color fucsia, finísima y transparente, que deja al cuello, también con solemnidad; despacio, como si fuese una estola.
Dos Gastadores de la Guardia Mora de Franco hacen un retén en las puertas del foro.
La iluminación tenue, baja pero cálida; el ambiente cargado, brumoso, atafagado...; ¡se supone que oliendo a pólvora!
ACTO I
Escena 1ª
 Suenan unas trompetas, fuertes, vibrantes, marciales..., ¡que ni las del Apocalipsis!
          
Dos Cabos, dos Gastadores, inclinan, o rinden, sus lanzas, pregonando a coro desde que se extingue el eco de las trompetas:
Gastadores
-¡Tribunal de la Historia! ¡Audiencia Pública Hispano – marroquí!
Dan unos taconazos fuertes, de botas herradas, a estilo prusiano; después de eso, hacen mutis por el foro.
Seguidamente entra Doña Historia, escoltada por sus Secretarios. Permanecerá en pié, y no hablará hasta que termine de retirar, de acomodar, lentamente, solemnemente, aquel velo de tul ilusión, que le cubría parcialmente la cara.
Historia, con voz mayestática, imperativa:
-Silencio y gravedad en la Sala, que estamos en un Tribunal, en el más Alto, en el Supremo, en el de la Historia! Si alguien no toma en serio este Auto de Fe, de Fe Histórica, esta tragedia, más que griega, oceánica, que se vaya a las tinieblas de la incultura! ¡Queridos Historiadores, señores Escribanos, escríbase y cúmplase!
Cambia de tono; ahora, con voz más cálida, explicativa, casi maternal:
-Hijos míos, fieles estudiosos de la Historia, esta Retrocesión de Ifni a Marruecos, que así le llamaron en España, eufemísticamente, para evitarse la vergüenza de pronunciar, tal y como suena, tal y como fue, aquella derrota, aquella pérdida, prematura e imprevisible, de su Territorio de Soberanía, costó muchas vidas. Menos que el desastre de Annual de 1921, pero muchas; las que están en las estadísticas y los desconocidos. Con la agravante de que no fue por inexperiencia española, ¡eso no! Aquellos muertos, ¡cientos!, inmolados en un cascajo, en una paramera, merecen el más solemne, el más profundo de los respetos. ¡Dije, y dicho queda, por ante mí, en la propia Historia!
Por si esto fuese poco, tenemos el, ¿soterramiento, evaporación?, de miles de millones de pesetas, escamoteadas, ¡como de costumbre, claro!, al Contribuyente español; malversación de la que la Historia se lava las manos ya que no tuvo arte ni parte, ni control del gasto, pues aquellas cifras, totales y reales, disfrazadas y/o distribuidas entre la Presidencia y los Ministerios, nunca totalizadas fueron; y publicadas, aún menos, ¡que ni pasaron por el Tribunal de Cuentas Públicas!
Yo, Historia Contemporánea, y por ende, documentada, tengo la obligación de ser neutral, así que no puedo encubrir, ni omitir, aquellas pesetitas... ¿Pesetitas? ¡Duros! Tan sudados que, muchos de ellos procedían de la enésima emigración española... Con el sudor, con las lágrimas, ya que fueron coincidentes con la postración de su posguerra, y para más inri, según afirma el propio Querellante, hoy están derretidas; tan olvidadas como sus propios huesos ya que Hassán II, ¡que Alá lo tenga por allá!, al desviar la carretera Agadir-Tiznit-Gulimín-Tan Tan por tierras del interior, de real intención y de hecho histórico condenó la hermosa ciudad del Sidi, del Señor Ifni, a ser cubierta, paulatinamente, por las arenas de su chergui, para los españoles, siroco, que así le llaman en África al viento del Este. Seguro que fue, que lo hizo, para soterrar los restos de la Colonia española, y con ella, su propia Historia, que bien que lo chafa, voto a Tal! Pero, de todo esto, nada más; de momento..., para no prejuzgar el pertinente Juicio!
Sin embargo, debo hacerles una advertencia preliminar: Aunque siempre se dijo que la Historia la escriben los vencedores, como se trata, aquí, en este caso, de una litis promovida por un Afilador ourensano, el idioma oficial no será el árabe - chelja, sino el gallego, sin perjuicio, por supuesto, de reconocer la cooficialidad del castellano, además del francés, como ya es usual en los Juicios Internacionales!
Por otra parte, este Afilador, en su modestia, ¡galaica, por supuesto!, presentó la Querella a que se refieren estos Autos bajo el lema,
IF-NADA
que yo le respeto, ¡a pesar de que hiede! Con la consiguiente reserva legal de que el señor Querellante se dará a conocer, si prospera esta litis, seguidamente, ¡en su momento!
Por mi parte le doy mi, ADMÍTASE, más explícito y más rotundo al dictarse este
AUTO DE PROCESAMIENTO
El Querellante invoca, como corpus iure, en esta yihad, en esta Guerra Santa, toda la jurisprudencia de ámbito español, marroquí y/o internacional, que sea aplicable en estos casos, para que, como mejor proceda en Derecho, se esclarezcan, y definan, los siguientes principios, que estima conculcados:
1º Derecho del señor Afilador a ser considerado Descubridor de Ifni, o, por lo menos, Redescubridor, ya que llegó a primeros del año 1934 de la Era de los Nazarenes, Cristianos, unos días antes que el Coronel Capaz! No quiere que le pase como a Colón, que incluso le pisaron el nombre de su Nuevo Mundo, de la Colonia descubierta, vulgo, Indias Occidentales!
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Derecho de Ocupación Territorial, que lo cede a España, generosamente, ab aeterno, ya que alega que cando llegó al páramo ifneño allí solamente había un ciento de cabileños, ¡cavilando! Sin que falten malas lenguas que añadan lo de, ¡rascándose! Asociados en una especie de Cooperativa de Consumo, ¡que de Producción, cero!, a la que llamaban por el nombre de su tribu principal, ¡Aït Ba Hamram!
A estos efectos, el señor Querellante alega, y de paso solicita, que se proclame una Declaración de terra nullius, de Bled es Siba, séase, Tierra de insumisos, puesto y supuesto que aquellos cabileños del Amezdog, fuera de la susodicha Cooperativa de Consumo de Higos Chumbos, y de las cuchilladas, de los gumiazos, a los vecinos, a los ricos de ese granero (4) de Agadir, y de cuando en vez, a los caravaneros del Sáhara, carecían de toda organización sociopolítica. Organización requerida, sine qua non, para que el Derecho Internacional reconozca toda soberanía y toda independencia. ¡Quiere decirse, la existencia de pueblo!
Entiende el señor Afilador que las barrelas, o casas de barro, de adobes, del Amezdog, con sus caciques, eran cuatro aduares, cuatro imazighen libres, que no le interesaban a ningún Sultán ya que nada aportaban, ni podían hacerlo, a su Tesoro; antes bien eran peligrosos para el mismo. Su anarquía superaba, con mucho, todo precedente galaico, castreños incluidos!
Con estas circunstancias, -arguye y alega el Querellante-, a estos ifneños de las gumías desmochadas sólo les quedaba la soberanía de dejarse ocupar por los sorchis del Coronel Capaz; máxime dada la natural habilidad de aquellos nativos, que así hay que llamarles, ¡nativos! Simples nativos, pues la protectora, España, aún no los proclamara Notables; quiere decirse, notables para el mercadeo, ¡vulgo, contrabando!
3º El ínclito susodicho, este Afilador, reclama su derecho a participar en las tajadas de Ifni, aunque sólo sea simbólicamente. Pretende que este derecho retrospectivo sea transferible, mortis causa, a su parentela, ¡tal y como hizo Colón! Y que, en defecto de una parentela causahabiente, su legado, ¡un legado histórico!, pase al Gremio de los Afiladores Ourensanos, ya que el único, fuese mauri o cristiano, que non muxiu da vaca española, (que no la ordeñó), cito literalmente, fue el propio Descubridor –Ocupador - Querellante.
4º Alega, pide, que ya que su cuerpo mortal fue devorado por los chacales cuando huyó de Ifni, que se cacen, por allí abajo, cien fieras de esas, de las que lo asimilaron, y que las entierren en otro morabito, lo más cerca posible del Santón Ifni, pues así este Afilador, con sus restos avecindados en tierra islámica, podrá participar, en el Día de la Resurrección, de las huríes que le sobren al Sidi Ifni. ¡Por afinidad, pero también por una proximidad ubicua!
5º Me impetra, por último, que juzgue al Malik marroquí, a Si Mohamed V, por Ocupación Ilegal y Traicionera, en el Cincuenta y siete, de un Territorio que el señor Afilador ganara para su país, para España, tan honrosamente, propiciando y facilitando, en el Treinta y cuatro, la Ocupación Legal, Subsiguiente y Pacífica de aquellos soldaditos del Coronel Capaz.
Al mismo tiempo solicita, o más bien exige, que responda aquí, por ante la Historia, su paisano, su Caudillo, don Francisco. Que nos explique aquello de la: ¡España, Una, Grande, Libre!, ya que este Querellante, este Afilador, cumpliendo con su juramento a la bandera, dio su propia vida, ¡por la Patria!, mientras que todo un Franco, un Caudillo, teniendo un Lugarteniente del temple de Zamalloa, y disponiendo de barcos y de aviones, se dejó expoliar la provincia Cincuenta y una de las Españas Imperiales. ¿O es que nadie se acuerda de que el propio Dictador, en la solemne Declaración de su Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, dejó sentado, ¡atado!, que estaba, que era, consciente de su responsabilidad ante Dios y ante la Historia?
El Querellante considera de extrema responsabilidad por ante la Historia que un Territorio redescubierto por un gallego, precisamente por el propio Afilador, y ocupado por un hombre capaz, ¡capaz de llamarse Capaz!, defendido, en el 57, nada menos que por otro gallego, ¡un laureado!, fuese retrocedido, gratis datis, sin compensación alguna, tal que una fuente en Ceuta, o un lindero en Melilla! Según aduce, esto carece de lógica para los patriotas, y más aún para los Historiadores, así que se dan indicios de malversación territorial por el propio Caudillo de las Españas, ¡por el propio Vigía de Occidente!
Después de todo esto, en vista de que hubo una guerra, valga el ejemplo, por un simple retazo de aquellos Emiratos, el tal Afilador considera que su Territorio de Ifni merece una revisión histórica.
Es de justicia que pide, etcétera, etcétera.
Por lo expuesto, la Historia Contemporánea, de suyo imparcial, y bien documentada, admite a trámite esta
Querella,
Declarando abierto un Juicio Público,
¡Histórico!
Ahora pónganse en pié y procedamos. ¡Que los escribas, escriban; que los españoles despierten de su sueño imperial; y que los rifeños dejen de rifar, de reñir, que ya no tienen riffáns, (5), de tiempo ha!
Por culpa de la bulla que forman los presentes al ponerse en pié, y por causa de algún silbido que hace la claque, Doña Historia les advierte seriamente:
Historia
-¡Así, no; sin alborotar, pues de pendencias entre moros y cristianos, que se dicen, ¡quif-quif!, hermanos, pero sólo por delante de la gente de fuera, ya estuvo bien a lo largo de mi decurso! Tengan presente que, como Historia que soy, y por ende, neutral, no quiera Dios dejarme caer en las flaquezas de eses seudo historiadores, ¡por doctores que sean!, varones o hembras, ya que muchos de ellos, ¡a las Crónicas me remito!, suelen reconstruir los hechos a medida de su salario..., ¡que no al de su ideario!
Después de eso, instruye:
-Descubran eses retratos, pero con todo respeto, que este juicio se celebrará en rebeldía pues los acusados, citados que fueron en tiempo y forma, o no quisieron o no pudieron acudir:
Mohamed V se excusó diciendo que no da atendido a las huríes, ¡de tantas que le asignaron! Por sus méritos, naturalmente, en el Séptimo, en ese Edén de los Musulmanes. ¡En el sentido caballeresco de la atención, por supuesto! Aclaro todo esto porque noto que algún mal pensado ya soltó su imaginación. ¡Lo que hace no entender de amores platónicos, coránicos; séase, puros y castos, que no es precisamente una virtud española!
En cuanto al señor Franco, -Franquito para los íntimos, para los africanistas-, ese lo que es de mujeres..., desde que padeció en el Protectorado aquella enfermedad voluntaria, nada de nada, en absoluto! Se quedó en el Estrecho, ¡tan estrecho él!, ahí abajo, entre España y Marruecos. Según mandó decir, está ocupado en la pesca del atún, ¡que ahora no tiene quien se los rejunte! Los de la CIA avisaron que está sentado en Ceuta, posado en las cumbres del Monte Hacho, igual igualito que aquel día del Convoy, pero vuelto de cara a Melilla, que así mira para la Roca, de soslayo, ¡a la vez!
Cuando le preguntaron qué estaba haciendo allí abajo, con aquellas brumas, solamente les dijo: Es que bajé, me apeé de los luceros donde hago la guardia falangista, perpetua, en purgación por las que le hice pasar a José Antonio, que no me esforcé por liberarle, pues incluso me lo querían trocar por aquel hijo de Largo Caballero...! Por eso estoy aquí, de centinela alerta, que no me fío de mis testamentarios, ¡que ya no es la primera...!
También le interrogaron, ¡con lo preguntones que son esos de la CIA! -¿Oiga, Mr., de ese supuesto hijo del Glaui..., (6), qué? -¿De ese...? Igual, igualito, que los hijos de la Gran Bretaña..., ¡que son de ellos, muy suyos!
Nadie le entendió, ni los propios historiadores, que por algo sigue inédita su biografía, ¡la auténtica! Por mi parte, yo, que soy la propia Historia, ni capisco, pues la idiosincrasia gallega está por encima de mí...; ¡por encima de la Historia, que ya es decir!
Declarada su ausencia definitiva, retiran la gasa que cubre los retratos de los dos contendientes, Franco y Mohamed V.


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Xosé María Gómez Vilabella

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IFNADA -II-

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