LISTO PARA SENTENCIA
Preside Doña Historia,
que durante las anteriores escenas de este segundo acto, por tratarse
de un Jurado, se mantuvo al margen de sus deliberaciones, sentada en un
lateral, con el Alguacil a su lado como si fuese su Ayudante de Campo.
Historia
-Señores de este Jurado,
que estemos aquí, en la Eternidad, fuera del tiempo, pero no del
espacio, no supone que los del planeta Tierra tengan que esperar
indefinidamente por mis fallos. Así que, ustedes, todos ustedes, como
Jurados juramentados, deben rendirme cuenta de sus deliberaciones para
que pueda emitir la
Sentencia
que se estime más oportuna. ¿Quién será el Portavoz de los Magrebíes?
Intelectual
-¡Bismillah! ¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso...! ¡Señoría, lo sorteamos y me tocó la china!
Historia -En este caso, informe, pero hágalo con objetividad, que estoy harta de bibliografía partidista, pues cada Autor me habla de aquella feria del Ifni según su época, o su credo, haya o no participado en ella!
Intelectual
-Entonces, con la venia: En estas sesiones de crítica recíproca,
objetivada la cosa, según su deseo, y depurados los sentimientos
personales; también, de paso, las concupiscencias raciales, ¡hasta
donde nos fue, humanamente, posible!, tengo por cierto que este affaire del Ifni ya es un tema asumido, resumido y digerido, ¡precisamente por ante la Historia!
Allá abajo, en la Prensa y en los libros de los países afectados, aquel follón sigue siendo un tema tabú.
Más que prohibido, lo tienen enojado; y luego está que los de entonces
no podían escribir, y los de ahora lo están mitificando y
distorsionando porque ni lo vivieron ni está registrado en las
hemerotecas, y eso a pesar de su importancia y trascendencia
históricas! ¡Se limitan a amontonar datos físicos, tal y como si
estuviesen preparando una tesis de investigación doctoral! Pero la
Historia de las contiendas marroquíes, concretamente las del siglo XX,
además de física tuvieron su química, como todo problema familiar! Me
explicaré:
En
España les quedó la mala conciencia de haber culminado las últimas
colonizaciones, las tres: Ifni, Guinea y el Sáhara, con una suma
algebraica de aciertos y desaciertos impresionante, que les dio, ante el
mundo y ante ellos mismos, un resultado negativo, tan repugnante que
hiede! Se resisten, por tanto, a poner en sus libros de texto una
síntesis de la verdad objetiva aquí procurada.
En
cuanto a Marruecos, el problema de mis compatriotas sigue en tiempo
presente por las implicaciones personales que tuvo aquella guerra
oscura, indigna e innecesaria. Por parte marroquí hubo un pecado de
juventud y de impaciencia, y creemos, incluso, que poco coránica y poco
pragmática. Sin embargo, atenúan su pecado aquellas reiteradas
humillaciones coloniales, fuesen francesas o españolas; y también su
reciente, y acaso aún verde, mayoría de edad política, con la
consiguiente recuperación cultural como pueblo independiente. También
concurrieron las simpatías descolonizadoras de medio mundo, que jugaron a
nuestro favor; ¡ni sabemos cuánto! Queda alguna que otra razón
adicional, que omito por brevedad, lo que no significa que les restemos
importancia; lo hago simplemente por brevedad, pero conste que latían
en las conciencias de entonces; ¡como mínimo, en las analíticas!
También
acontece, y concurre, Mi Señora, que las torpezas de España,
principalmente aquello de unos Impuestos extemporáneos, míseros y
tardíos, como de trasacuerdo franquista, impuestos no tanto por
lo que pudiesen recaudar los españoles sino como evidencia de que
querían presentar, ante el mundo occidental, una cierta
provincialización, con Registros de la Propiedad , etcétera. Y también
la no menor de facilitar el asentamiento en Aaiún de aquellos
contingentes civiles ifneño-marroquíes, comerciantes y/o retirados del
Ejército español, que nos abrieron las puertas, las puertas y también
las apetencias, saharianas, quedando el Territorio de Ifni como un
estorbo, como un atranco viario, para una soñada anexión del Sáhara.
Con esa suma de incidentes se fomentó la asunción, pero también la consunción, históricas, del Caso Ifni.
Si
en España mandasen los sabios, -es un decir, pues en democracia aún
están verdes; ¡algo mejor que nosotros, pero verdes!-, no les pasaría
desapercibida aquella repetición troyana que provocaron en el Sáhara,
con el precedente de Roma cando nutrieron sus legiones con elementos bárbaros!
Pues bien, en A.O.E., pasó lo mismo: que llevaron, primero para Ifni,
cantidad de rifeños, y después vino el poblamiento marroquí del Sáhara,
principalmente Aaiún, una capital improvisada, que se hizo con gente y
con dinero de aluvión, escatimando oportunidades a los aborígenes.
¡Una estrategia tan necia no se le hubiese ocurrido ni al que asó la
manteca!
Llegados
al momento propicio de hacerse con el Sáhara, nuestro Hassán II ni
precisó de su proverbial astucia, que nada tuvo que inventar,
absolutamente nada, para fortalecer sus reivindicaciones, ya que los
propios españoles le tenían ensayada la receta milagrosa. Como dirían
los gallegos, ¡que Marcha Verde nin qué carallo!
La marcha decisiva, la primaria y primordial, fue aquel trasvase,
estúpido y calladito, aquella feudalización del Sáhara con tenderos y
demás amiguetes llevados o expulsados de Sidi Ifni, a últimos de los
Cincuenta, a título de premio/castigo por supuestas
lealtades/deslealtades, causa y generación remotas de aquella reacción
polisaria… Tales hechos oscurecen, y dificultan, Madame, que se asuma históricamente la liquidación del Caso que nos ocupa.
Como
usted, Doña Historia, está discurriendo lentamente en nuestro Magreb,
aquí tenemos otra causa de la incomunicación y del abandono radical en
que tuvieron, y aún tienen, a Ifni, nuestros Maliks, resultando
evidente que aún les queman en las manos aquellos tizones, aquellos
rescoldos españoles. ¡Dicho de otro modo, el temple de las tizonas
cidianas!
Con
esto asumido, que no tenemos dudas de que los conflictos, sean
personales, sociales, o incluso internacionales, no se digieren sin
debates racionales, y mientras tanto, no se pueden superar, entendemos
que, abrogándonos una cierta representatividad magrebí, por lo menos en
el campo de la intelectualidad, debo reconocer, y así lo hago constar a
Su Señoría, aquella colaboración, aquella noble colaboración, del
pueblo español, particularmente gallegos y canarios, gallegos en lo
militar y canarios en lo civil, que tanto se singularizó en el
desarrollo de este follón de Ifni!
¡Entiendo
también, si se me permite otro inciso, que va siendo hora de que en
España, tanto en la peninsular como en la insular, sepan quién les
quitó las castañas del fuego, en plena hoguera bélica e
independentista! Y si antes no lo tengo dicho, fue por dar la
preferencia a los propios españoles, ya que estaría mejor que ellos
mismos cantasen las loas propias, pero está visto que eses centralistas
antes cantarían las cuarenta que hacerlo con las sagas brumosas de sus
conciudadanos hispano -suevos!
Por aquí, por ante la Historia, desfilaron, o fueron evocados en estas diatribas:
Pepiño, el de la Rueda,
cualquiera que fuese su apellido real, que encarna bastante bien ese
conjunto disjunto de gallegos anónimos, anónimos pero decididos, que
aparecen con frecuencia al comienzo de toda aventura y/o descubrimiento
de rango universal. Pero como los gallegos, los enxebres, siempre piensan en gallego, los cronistas de habla castellana no suelen, ni saben, traducir estas singularidades.
Un alto porcentaje de los militares de graduación media,
o no tan media, ¡eso si, todos ellos castellano-hablantes!, que por
eso se eclipsan, fundidos por los cronistas en la Historia General de
las Españas.
En la enseñanza, en la burocracia y en la técnica aportada,
los gallegos, en mancomunidad con los canarios por supuesto, fueron
mayoría relativa, muy importante si clasificamos a los españoles allí
destinados, o incorporados sucesivamente, ateniéndonos a las Autonomías
actuales.
Luego está el propio Franco,
circunstancialmente en la cumbre de los galaicos, ¡que no colegas
suyos!, quien por cierto ya no precisa palios; ¡ni palios, ni paliar sus
hechos!
Yo resaltaría, en relación con Ifni, al casi anónimo, pero laureado, Gómez-Zamalloa,
a quien todo España debe honores excelsos, inmarcesibles. Sin embargo,
pienso que su nombre sería una buena pregunta para derrotar opositores
de las más altas encomiendas. Sin la templanza, la valentía, la
prudencia, y también la profunda humanidad, de este hombre, de este
gallego baril, (del germano, baro, "hombre libre, apto para la lucha"), a quien yo parangonaría con el propio Xelmírez si
les cambiásemos de siglo y si mutásemos el fajín de uno por el cíngulo
del otro, pues, tal y como estaban las cosas en África en el Cincuenta
y siete, con tan poca previsión y un material de guerra tan ruin y
arcaico, si no fuese por semejante César, por este eximio laureado, me
río yo del famoso desastre de Annual, del que se derivaron tantos y
tantos incidentes, ¡por no llamarles accidentes!
Si,
si, del Annual, aquellas posiciones del Rif, en la zona Igueriben, en
el propio alfoz de Melilla... ¿Es que ya no recuerdan, no se acuerdan o
no quieren acordarse de aquella vergüenza nacional, un auténtico
descalabro, que ni para nosotros fue útil? ¡Pues es para acordarse, que
el año 1921 no queda lejos; y nuestro Sidi Abd el-Krim está en
nuestros altares patrióticos, bien fachendoso por cierto! Pregúntenle,
pregúntenle al ánima del General Fernández Silvestre..., que se vino al
Cielo, al nuestro, al Magrebí, muerto de vergüenza, más aún que de los
gumiazos recibidos, no faltando quien crea que se autotrasladó a la
eternidad, trastornado por sus remordimientos!
Insisto
en que, si frente a nosotros, a los atacantes, en tan histórica y
crucial ocasión, no estuviese el temple y la sagacidad del General
Gómez-Zamalloa, España tendría en la guerra de Ifni dos o tres mil
muertos, en lugar de los trescientos, ¡y a ver quien ocultaba semejante
sangría, con o sin censura, en la vehemente España, en aquella España
de una Dictadura ya tambaleante, sostenida tan sólo por la baraka
de Franco, como la Historia, la propia Historia, está harta de
demostrar. Este análisis del salvador Zamalloa, que yo sepa, aún está
sin hacer, y es asombroso que nadie se parase en analizar a fondo
semejante epopeya, semejante heroicidad, tal suma de aciertos en un
militar aparentemente tan rudo. ¡Es una omisión imperdonable para la
cultura hispana, particularmente para la nacionalidad gallega!
Por
otra parte, Zamalloa fue demasiado sol como para dejarle lucir en el
Campo de Marte, y por supuesto que su propio Caudillo fue el primer
interesado en acuartelarle con honores internos e ínfimos. ¿Le dio
Franco otra laureada? ¡Estaría bueno, pues con la envidia que siempre le
tuvo a Varela, por las dos suyas, don Francisco Teódulo de esta vez no
picó! Comparaciones aparte, que Zamalloa es incomparable, tengo para
mi que el César es más César si gana las guerras con un mínimo de
caídos. Pues ese fue, exactamente ese, el caso de este guerrero, pero
la cretina Spania siempre encubre a los héroes verdaderos, en su crónico daltonismo!
Basta,
para este aserto acerca da su valía, y para la ponderación de tan
singular taumaturgo como fue Zamalloa, con detenerse a considerar las
estadísticas del armamento y de la munición habidas en los respectivos
campos de batalla:
Por
nuestra parte, en un mínimo y somero inventario, los magrebíes
disponíamos de: Un ciento de morteros; ametralladoras modelos francés y
checo, así como algún que otro fusil ametrallador; metralletas y
subfusiles a pares, como las alpargatas; fusiles de todo tipo, y
también escopetas de caza, con postas; bombas de mano, por camiones;
pistolas americanas de largo alcance... ¡Y mil cosas más, todas ellas
de precisión y modernas! De hombres adiestrados, perfectamente
adiestrados, muchos de ellos ex-combatientes de las últimas guerras, un
contingente caralludo, que diría Zamalloa. Tan sólo en la
concentración de Guolimine tuvimos, bien adiestrados, armados e
dispuestos, arriba de los cinco mil. Eso no lo sabían en España, ni
siquiera los de su Estado Mayor, que con semejante desinformación se
cubrió de telarañas aquel ínclito Servicio Central de Documentación,
remedo de la CIA, también, ¡que no tan bien!, fundado por el eximio alter ego
franquista, Almirante Carrero Blanco, aquel prohombre que lo era todo
porque se le suponía ojo clínico..., en la tierra de los ciegos!
Por
parte española, tal era vuestra prepotencia en lo meramente personal,
tal vuestra ingenuidad, tal la confianza de vuestro Caudillo en la
fraternidad hispano - árabe, pero, sobre todo, y como queda dicho,
vuestra desinformación crónica, vuestra indocumentación del tal
Servicio de Documentación que, para entonces, en la armería de vuestra
África Occidental, poco más teníais que tambores viejos, rasgados de
tanto tocar marchas triunfales. ¡Ah, y guantes; guantes blancos, para
los desfiles!
Dije
concretamente que vuestro potencial podría ser de dos o de tres mil
muertos, pero no aclaré que eso sería el primer día, en la noche del 23
al 24 de noviembre del Cincuenta y siete, pues ni vosotros os
apercibisteis del riesgo que corrió el franquismo, ni nosotros
midiéramos por extenso nuestra capacidad detonante, detonadora de un
batacazo político - militar, que lo tuvisteis a las mismísimas puertas,
en las del Pardo! Si hubiese caído Ifni aquella noche, ¿cuál sería el
amanecer de la Guardia Mora? ¡Eso si que lo calculó Franco, que ordenó
su inmediata salida por el aeropuerto de Barajas! Por todo esto no me
cansaré de repetir cual fue el milagro de tener disponible en el A.O.E.
un guardacostas del temple y de la capacidad militar del eximio Zamalloa. ¡Fue otra baraka de las de Franco, otra más! ¡Que conste!
En
esta indolencia española, conscientes como debíais estar do vuestro
incumplimiento del Tratado del Pardo, aquel documento del 7 de abril del
Cincuenta y seis, que decía, bien claramente, que España nos reconocía... la integridad territorial de Marruecos, tal y como está garantizada por los Tratados Internacionales en vigor...
¡Hay que repetirlo para que quede claro, claro y definitivamente sabido!
En
estas circunstancias, con estos Acuerdos/Desacuerdos previos, ¿se
puede culpar a Marruecos de que intentásemos rescatar, liberar, por
todos los medios a nuestro alcance, aquel Enclave, esa cuña de Santa
Cruz de Ifni, disponiendo, además, de una juventud enfervorizada,
exaltada por los inciensos de una independencia reciente, por una
increíble victoria obtenida nada menos que frente a la grandeur de la France, alentada por un Istiqlal visionario y reivindicativo, con un
Movimiento de Liberación que estrenaba armas? ¡Espero, por tanto,
Señoría, que su exoneración con respecto a Marruecos y a sus Guías, a
sus Conductores, va a ser total y perfectamente laudatoria! ¡En rigor
histórico, ello es inevitable!
Doña Historia, Madame,
llegados a este punto tan esclarecedor, en estas Convivencias
Contenciosas, permítame tenderle la mano, con toda fraternidad, ¡ahora
sí!, a estos españoles tan calladitos, que soportaron el principal peso
histórico de la labor y de las penalidades coloniales en nuestro
indiscutible Ifni. Entiendo que tienen bien merecido nuestro respeto
histórico. ¡Lo digo y lo suscribo con toda sinceridad y con la mayor
admiración! Por eso, con estas premisas, definidas y definitivas, y con
su venia, voy a ser franco con los de Franco.
No
debiera ser indiscreto, no debiera haber dicho, así, en público, todo
lo que aquí me oísteis, que por esta franqueza, nunca monumentos me
elevarán en mi Magreb, en el chauvinista Magreb, pero no quiero
achantarme en la autocrítica en justa emulación de estos nobles
contrincantes.
Por otra banda, como se dice en vuestro paraíso, en esa Gallaecia
siempre verde, entiendo que también hay patriotismo en mi franqueza,
en la presente, ya que de este modo contribuyo, o pretendo hacerlo, a
que se les quiten a los españoles esos errores, históricamente
enraizados, de considerarnos holgazanes y perezosos, sucios y torpes,
traidoramente dúctiles, precisamente a nosotros, a los magrebíes,
cuando de hecho lo que visteis vosotros, en aquellos años de aquel
pseudo-protectorado, fue una postración temporal, humillante pero
superficial, de esas cíclicas que soportamos, de cuando en vez, todos
los pueblos, todas las civilizaciones. Recordad que el Magreb actual
está generado por aquellos maestros toledanos, cordobeses, granadinos…,
a los que debéis la única filosofía que tuvo España; y de paso, la
horticultura, el riego, la ecología, la gastronomía, el curanderismo…; y
aún la mejor arte decorativa, además de una comprensión humana y de un
fuerte humanismo, pues el vuestro, el importado de Grecia a través de
Roma, os lo habían ahogado los godos.
Todo
esto sin pasarnos a las artes prácticas y a tantos otros saberes
recogidos por los árabes en todo el Oriente, Bizancio incluido, aquel
refugio salvador-transmisor de la cultura greco - latina. ¿Verdad que
es cierto, históricamente cierto?
Señoría,
por lo que a mí respecta, entiendo que, a efectos históricos, esta
Cuestión de Ifni ya la tenemos, a estas alturas del debate,
perfectamente batida; o por lo menos, enérgicamente rememorada y
agitada. No me duelen prendas en reconocer, aquí por ante a Historia,
que si nos damos la mano de nuevo, es, lo fue, gracias a los buenos
oficios de los pescadores gallegos, que siguen a ser los mejores y más
sutiles ladrones del mar. ¡Quiero decir, los mejores diplomáticos do
mundo! Como logran acomodar las voluntades de los terceros, eso lo
ignoro, pero lo visible es que son hábiles…, ¡más que los fenicios!
Señoría,
este Jurado exonera a los nuestros, obviamente, desde Mohamed V a
Hassán II; que Alá los guarde y los vigile por muchos años; pasando por
el Eximio Professeur Si Al-lal el Fassi. En canto a Franco y a
sus franquistas..., les perdonaremos aquellos errores coloniales, bien
garrafales por cierto, y lo hacemos en gracia a la recomendación de
estos defensores, de estos re-comandantes, particularmente los inimitables galaicos.
Este es, en resumen, nuestro Dictamen!
Señoría, yo he hablado, aquí y ahora, por los míos, y lo hice para la Historia Definitiva, para la Universal.
Recordad, vosotros, impíos españoles, que quien rompe un pacto,
cualquier pacto, sea de Dios o del Pardo, rompe lo que Dios mandó que
estuviese atado, y bien atado! Los que propagan la corrupción del verbo
contractual, ¡eses, eses serán los malditos; esos son los extraviados!
Los musulmanes le aplauden, fuerte y prolongadamente; los españoles también, pero algo menos, por simple cortesía.
Historia, mayestática:
-¡Oh,
Alá, qué lección tan magistral, verdaderamente histórica, la que nos
dio este alumno de aquellos Maestros españoles que ejercieron su
magisterio en Sidi Ifni! De todo lo cual se deduce que no debió ser tan
nefasta su protección, o su Protectorado, por más que le llamasen, Soberanía! Tomo la debida nota para mis Archivos, para los Históricos, y concedo la palabra a este Farero tan majo, tan garrido, que hace de Portavoz de los Galaicos.
Farero
-Señoría,
los míos delegaron en mi como Portavoz, y deduzco que sería por una
cuestión de encaje. ¡Naturalmente, ya que soy natural de Camariñas...,
el país de los encajes!
Reconozco
que, como gallegos de pro que somos, nos fue difícil llegar a un
veredicto unánime pues en lo único que, en definitiva, coincidimos, es
en que este Intelectual, este mauri, fue una pena que no estuviese de parte de sus Maestros en aquel follón de Ifni. Sin embargo, le admiramos y le agradecemos sus buenos oficios, los diplomáticos, en este Juicio histórico.
Comprendemos la fogosidad de una población que estrenaba independencia, ¡eso si!, pero lamentamos que el Professeur
Si Al-lal no aplicase, en su momento, aquella filosofía de nuestro
Caudillo, cuando, refiriéndose a Gibraltar, opinó eclécticamente que no
hay que preocuparse por las frutas maduras. Con esa filosofía
fatalista, tan propia de vuestro Credo, hubiésemos ahorrado mucha
sangre, en ambos frentes, y hoy tendríamos, en los dos países, unos
cuantos parados más, ¡pero vivos!
Por
otra banda, no sé si por la de babor o por la de estribor, ya que
ahora, por nuestros caídos, sólo podemos responsar, ¡por si alguien no
salió aún del Purgatorio!, nuestra propuesta es que, en memoria de
aquella pesquería, nos dejéis pescar libremente..., ¡qué bien poco
pedimos en este Acuerdo histórico, transaccional!, en aquellos bancos
canario-saharianos, en aquellos a los que nuestro Diego García de
Herrera llamara aquello tan bonito, y tan sonado, ¡tan sobado y tan
reivindicado!, de, Santa Cruz de la Mar Pequeña. Yo me encargaría de
apagar los faros…, para evitarnos el conteo de esas millas de
protección!
Por supuesto que sin trabas, ni chanchullos con las millas marinas; quif-quif, sin
limitaciones en el calibre de las redes, sin capitales mixtos, sin
cazos ni intermediarios... Nada de zaragatas ni zarandajas, ni frenos
ni atrancos de los vuestros, tan habituales, tan onerosos y tan
incómodos de cumplir!
¿Que,
lo hacemos así, hermanos del Libro, que es tanto como decir,
pescadores todos, hermanos del Mar de Galilea? ¿Rematamos en tablas el
pleito hispano-marroquí; y de paso, que esos Polisarios se apañen como puedan?
La
respuesta puede ser comprometida, así que ninguno de los presentes
abre la boca, pero los musulmanes hacen gestos extraños, dan indicios
de asombro, cínicamente asombrados. Por su parte, después de una cierta
indecisión, los gallegos rompen en aplausos; eso sí, evidenciando un
cierto trasacuerdo, admirados por la sagacidad y por el oportunismo del
Farero, su Portavoz.
Historia, dirigiéndose a los galaicos, no sin cierta ironía, bien perceptible:
-¿Que, se les acabaron los trasacuerdos pesqueros? ¿Va la definitiva? En ese caso, aquí tienen una Sentencia histórica, mi
SENTENCIA
En un aparte:
-Si
no me apresuro, estos gallegos, ahora que tienen su Autonomía, son
capaces de reconquistar Ifni, ¡por el procedimiento árabe, o sea, a
golpe de emigración, más o menos clandestina! Acaso dándole a la rueda
de afilar, tal que hicieron la primera vez... ¡Y también son capaces de
colonizar, de hacer praderas, sea por aspersión o por desalinización,
en las propias arenas del desierto…, ¡con tal de ampliar su Cuota
Láctea!
Le ponen sobre sus hombros un rico manto, de los de ritual solemne:
-Nos, por la gracia del Dios único y misericordioso, Historia Contemporánea, del Título de Aquende y de Allende de ese Estrecho de Gibraltar, después de considerar todos los Considerandos, y a resultas de los Resultandos,
Por Ante Mi,
DECLARO:
Que tratándose de un pleito más bien personal entre magrebíes y pescantines galaicos, Pepiño el de la Rueda, Franco, Gómez Zamalloa, etcétera.., la verdad aséptica, la decisoria, no puede por menos que ser confusa, profusa y difusa. ¡A ver si me entienden...!
Así que,
mis dueñas y mis señores, estudiosos todos, ¡este Contencioso de Ifni
lo voy a dejar en tablas! Sin perjuicio de que se abracen y
reconcilien, aquí, en los Estrados, por Ante Mi, delante de la propia
Historia, el General Laureado Don Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce, y el Eximio Profesor Si Al-lal el Fassi,
dos magníficos defensores de las Causas respectivas, patriotas donde
los haya, buenos vasallos, ¡pero de sus Señores, de los respectivos!
Así, definitivamente, por esta magnánima
SENTENCIA,
mando, declaro y publico, principalmente para que conste en los libros de texto, y que así rematen todas las dudas, todas las diatribas, incluso las históricas, con respecto al
IFNI
¡Escríbase en los Anales Hispano - marroquíes, mas, para que
sea indeleble, indeleble y no repetible, asígnese con la sangre de
los héroes, de ambas partes!
-.-
Reaparece
el General Gómez-Zamalloa por la derecha del espectador; y el Profesor
Si Al-lal el Fassi, que lo hace por la izquierda, tal y como le
corresponde! Se abrazan efusivamente, fraternalmente, sin reservas.
De
fondo se oye una retreta floreada. Fueron retornando al escenario los
otros personajes, confundidos con los Jurados. Se abrazan todos,
efusivamente.
Cruza por delante, de parte a parte del escenario, el Adelantado de Ifni,
aquel Afilador, Pepiño, el de la Rueda, tocando la chifla de su
oficio. Se para un momento en medio de la escena y saluda al público
quitándose la gorra con parsimonia, un tanto hierático. Todos los
presentes en el escenario miran atentos y respetuosos para el Afilador.
Algo después, según se vaya calmando la euforia
escénica, cruza la Guardia Mora del Pardo. Portan, con cierta
displicencia, unos retratos de Mohamed V y de Franco. Los actores, en
aquel momento, se vuelven con naturalidad, sin mayores reverencias. El
Cartero-Alguacil se acerca a su Jefa, la Historia, ofreciéndole una
corona, de laurus nobilis.
Por último
una
niebla artificial, difusa pero paulatinamente más espesa, va
envolviendo todo el escenario. Se oye, pero no se ve, una trompeta,
estridente y tétrica, que
convoca para el Juicio Universal!
-o-
El
“Bancario”, -miembro del Somatén creado en Ifni para contribuir a la
defensa de la Ciudad, y “… Medalla de la Campaña de Ifni-Sáhara”, (en
esta fotografía, el Autor, José María Gómez Vilabella, con su esposa,
Estrella Josefina Rielo Castiñeira, saluda a Mary Paz, la nieta del
General Gómez-Zamalloa, en presencia de uno de los hijos del General
Iglesias de Ussel y Lizana), en los Actos del Cincuentenario de la
Guerra de Ifni, en el Hotel Meliá- Las Palmas), -para no ser menos
generoso que el Sr. Barber Cabrera, también ofrece su perdón, desde ya,
a los chicos impetuosos del Istiqlal, concretamente a aquellos que le
embistieron con un camión en las afueras de Safí, en mayo del 57,
Este es el coche, un De Soto, de 20 HP,
aún con matrícula del Marruecos francés,
que nos salvó la vida, a pesar de dar tres vueltas de campana,
gracias a Dios y a la fortaleza de su carrocería.
resultando su esposa con graves y múltiples heridas, a condición de
que le dejen pasearse eternamente por los jardines del Sétimo, ya que
la botánica es su debilidad actual, siquiera sea para compensar las
arideces de sus diez años en el erial de Ifni.
Las huríes se las deja a ellos, en sutil venganza, ¡para que les agoten!
¡He dicho!
Firmado:
Xosé María Gómez Vilabella
4, 78/76 Quien cree, combate en la senda de Dios.
4,
96/94 ¡Oh, los que creéis! Cando entréis en guerra por la
senda de Dios, ved claro y no digáis a los que os ofrecen la paz: “No
sois creyentes”, ansiando lo que os ofrece la vida mundanal. Dios tiene
grandes botines. Así fuisteis anteriormente, pero Dios os favoreció.
¡Ved claro! ¡Dios está bien informado de lo que hacéis!
No son iguales, entre los creyentes, los no combatientes y
los combatientes en la senda de Dios con sus bienes y sus personas.
Dios nos prometió a todos la hermosa recompensa, pero Dios distinguirá a
los combatientes por encima de los no combatientes dándoles una gran
recompensa, una jerarquía respecto de Él, un perdón y una misericordia.
Dios es indulgente, misericordioso.
37,
37 y s. ... los servidores devotos de Dios... tendrán vírgenes
de mirada recatada, con ojos tan grandes como huevos de avestruz.
38,
49 y s. Los piadosos tendrán un hermoso lugar de retorno: los
jardines del Edén tendrán abiertas sus puertas; y recostados en ellas,
pedirán múltiples frutos y bebida, y junto a ellos estarán las vírgenes
de mirada recatada.
56, 26 y s. Los compañeros de la derecha (los bienaventurados)
estarán entre azufaifos sin espinas, entre acacias alineadas, de
sombras extendidas, agua corriente y abundantes frutos, que no estarán
cortados ni prohibidos. Las huríes, a las que formamos, a las que
mantenemos vírgenes, coquetas, de poca edad, pertenecerán a los
compañeros de la derecha.
¡Diego Barber Cabrera, (el del medio, donante de este monumento), gracias;
muchas gracias por tu recuerdo a nuestros muertos de
Ifni!
-.-
ADDENDA DOCUMENTAL
No lo soñé: ¡Lo he vivido, vivido
y padecido!
-.-
Desembocadura del asif Ifni, ¡con agua una vez cada diez años!
-.-
Desembocadura del asif Ifni, ¡con agua una vez cada diez años!
CITAS EN EL TEXTO
(1) Xan, arquetipo de hombre
común, manejable, con poca personalidad y poco carácter.
(2) Algo ya dije en mi libro
"Cacería de ciclóstomos en Ifni", pero más me queda, y quedará, en el
tintero, que la Historia nunca dejará de ser una síntesis, cuanto más apretada
más inteligible.
(3) Cumplidos diez lustros de
aquel nocturno y alevoso ataque del 23-11-1957, tiempo que se considera
suficiente para una REVISIÓN HISTÓRICA, fría, objetiva, DOÑA HISTORIA llama a
las partes para establecer la PROBATIO definitiva.
Probatio. Demostración de un hecho o de un acto mediante la utilización de los medios admitidos por el derecho. En tales procesos incumbe la carga de la prueba al que afirma, no al que niega: ei incumbit probatio qui dicit, non qui negat.- Digesta 22.3.2 / Codex Iustinianus 4.19.
(4) Agadirs e Tigherents son variantes de ksar (su plural es ksour), combinación de granero, almacén y fortaleza, donde guardaban el grano, los dátiles, la pólvora y otras mercaderías valiosas, puestas a buen recaudo de las tribus vecinas.
(5) Riffán = 1 peseta, de las de
entonces, cuando el Rif fue república.
(6) Cuando llegaron los
franceses, en 1912, los glaouis fueron capaces de imponer su forma de gobierno
porque controlaban virtualmente todo el Sur. Madani, 1866/1918, con su hermano
H´Hami el Glaoui, 1879/1956, sofocaron la rebelión nacionalista de El Hiba, y
prometieron lealtad, autoproclamándose pachás de Marrakech. Los miembros de
esta familia se convirtieron en caídes de las principales ciudades del Atlas y
del desierto. Los franceses lo consintieron, e incluso les dieron armas, según
testimonia Gavin Maxwell: "...para gobernar como déspotas, perpetuando la
corrupción y también la opresión contra la que los europeos habían ido a
luchar".
(7) Al-lal el Fassi, exiliado de
la Zona ocupada por los franceses, estableció en Tánger, paradigmáticamente en
el Café de París, su sede central.(8) Que Alá guarde a unos y a otros, a todos!
(9) Fue el Suboficial francés,
Jacques Picard, en St. Mihiel. A este vigoroso apóstrofe de Picard, tres
heridos se levantaron y con ellos desalojó a los enemigos de la trinchera que
les habían ocupado.
(10) El Fassi, Al-lal: "La verité sus les frontiéres marocaines". R.I.E. Documentos. Carlos Ruiz Miguel (10-10-2003): "En su estancia en El Cairo (1953-56) Allal El Fassi, presidente del partido marroquí Istiqlal elaboró sus teorías sobre el "Gran Marruecos", que sería una reconstrucción sui generis del territorio del antiguo imperio almorávide, comprendiendo todas las posesiones españolas del Norte de África (Ifni, la región de Villa Bens, todo el Sáhara español, Ceuta, Melilla y los islotes), toda Mauritania y buena parte de Argelia y de Malí, llegando hasta el río Senegal. Estas teorías nacionalistas, de endeble base histórica (como puso de manifiesto el dictamen del TIJ de 1975, sin embargo encontrarían cada vez un mayor eco político en Marruecos. La primera ocasión en que Marruecos va a adoptar oficialmente esta ideología será, como ha dicho Villar, el 14 de octubre de 1957, en los debates de la IV Comisión (Descolonización) de la Asamblea General de la ONU. Muy poco después, el 10 de noviembre de este año, se creará en el Ministerio de Interior de Marruecos una "Dirección General de asuntos saharianos y fronterizos", al frente de la que estará Fassi. Tras la muerte del rey Mohamed V, el nuevo rey Hassan II asumió la ideología del "Gran Marruecos" en un discurso del 20 de agosto de 1961, para poco después, el 12 de octubre (Día de la Hispanidad) del mismo año, formular reservas sobre los territorios españoles en el Magreb".
(10) El Fassi, Al-lal: "La verité sus les frontiéres marocaines". R.I.E. Documentos. Carlos Ruiz Miguel (10-10-2003): "En su estancia en El Cairo (1953-56) Allal El Fassi, presidente del partido marroquí Istiqlal elaboró sus teorías sobre el "Gran Marruecos", que sería una reconstrucción sui generis del territorio del antiguo imperio almorávide, comprendiendo todas las posesiones españolas del Norte de África (Ifni, la región de Villa Bens, todo el Sáhara español, Ceuta, Melilla y los islotes), toda Mauritania y buena parte de Argelia y de Malí, llegando hasta el río Senegal. Estas teorías nacionalistas, de endeble base histórica (como puso de manifiesto el dictamen del TIJ de 1975, sin embargo encontrarían cada vez un mayor eco político en Marruecos. La primera ocasión en que Marruecos va a adoptar oficialmente esta ideología será, como ha dicho Villar, el 14 de octubre de 1957, en los debates de la IV Comisión (Descolonización) de la Asamblea General de la ONU. Muy poco después, el 10 de noviembre de este año, se creará en el Ministerio de Interior de Marruecos una "Dirección General de asuntos saharianos y fronterizos", al frente de la que estará Fassi. Tras la muerte del rey Mohamed V, el nuevo rey Hassan II asumió la ideología del "Gran Marruecos" en un discurso del 20 de agosto de 1961, para poco después, el 12 de octubre (Día de la Hispanidad) del mismo año, formular reservas sobre los territorios españoles en el Magreb".
(11) Lema de los Reyes de
Inglaterra, que parece datar de la época de Corazón de León.
(12) Peltre, aleación de cinc,
estaño y plomo.
(13) Cuzcuz, o cous-cous = sémola
cocida al vapor, con vegetales y cordero, pollo y pescado. Sit = aceite (de
argán). Mechoui o meshui = borrego asado entero sobre carbón vegetal. Djajs =
pollos. Albaida, o al-bed = huevos. Harira = sopa espesa y picante hecha a base
de judías. Kebabs = pinchos de carne. Tajine = estofado, con fuego lento. Sukar
= azúcar duro, en pilón. Ammougars = fiestas en honor de los santones. Haidus =
bailes circulares, un tanto hipnóticos. Mizziana = doce, agua recogida de la
lluvia.
(14) Chivani = viejo decrépito
pero respetable.
(15) Sebta = Ceuta.
(16) Cuando las razzias de Al
Mansur, éste puso cerco a las murallas de Lugo, donde, obviamente, les cerraron
las puertas. Después de varios días de asedio, el Señor de Castroverde se asomó
al adarve y lanzó a los atacantes un bollo (bolo) y un cordero (año), para que
celebrasen su Pascua, la Grande, la Kevira. No se sabe si por agradecimiento o
por convencimiento de que el asedio iba para largo, la misma leyenda dice que
Al Mansur levantó el cerco y lo trasladó a Compostela, donde Santiago, que no
debe ser tan "matamoros" como le pintan, si les dejó entrar. De esta
gesta se dice que deriva el apellido lucense de los "Bolaño".
(17) Lo de menos fue protegerse
con su Guardia Mora; el colmo de sus paradojas estuvo en designar a Mizzian
Capitán General de la VIII Región Militar, a la que incumbía la guarda y
custodia del sepulcro de nuestro Santiago Matamoros.
(18) Libios es como les llamaban
los romanos a todos los africanos.
Xosé
María Gómez Vilabella
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Relación (provisional e incompleta) de miembros del “Batallón de la
Gabardina” (Somatén):
Diego Barber Ortega, Ángel Salve, Gregorio Pozo Crespo,
Miguel Antón Sala, Manuel Calderín Sánchez, Ramón Padrón, Antonio Calderín,
Rafael López, José Santana Henríquez, Manuel Candela, Eloy Candela, Antonio
Mogica, Gaspar de las Heras, Antonio Torres, Luis Díaz, Sabas Arrigote,
Porfirio Rodríguez, José Linares, Julián Diéguez, Antonio Suárez, Pedro Perea,
Miguel Lorenzo, Rómulo Lorenzo, José Luis Vives, Vicente Antonio Barberán,
Francisco González, Mariano Asenjo, José y Tomás Serrano Capdepón, Antonio
Medrano, Pedro Guillén, Guillermo Rodríguez, Manuel Torres, Juan Artiles,
Emilio Rodríguez, Jesús Rodríguez, Francisco José Rodríguez, Luis García, Blas
García, Juan García, Pedro Vinué, Luis Guimerá, Ernesto López, Joaquín Cabrera,
Ramón Pacreu, Antonio Pérez, Matías Silva, Joaquín Bish Medina, Prudencio
Navarro, Manuel López, Jerónimo Sáenz de Tejada, Jerónimo Castaños, Conceso San
Pablo, Luis Acero, Manuel Torres, Cristóbal Suárez Morales, José María Gómez Vilabella, Gaspar de
las Heras Iglesias.
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