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19-11-2011
Percibo un resentimiento, un: ¡Si yo estuviese allí, y con mando en plaza, cuántas cosas serían distintas, cuantos errores hubiese aquilatado, eliminado! Esta percepción me hace suponer, casi diría intuir, que Antolín fue una de las víctimas de aquel error de cotas del Canarias…, y así está de resentido! No tienen mérito las ironías de quienes hemos vivido, personalmente, sobre el terreno, y en sus momentos cruciales, la novela de Ifni, aquella gran novela histórica, por no decir histriónica, pero sí lo hay en quien fue capaz de ver, y eso a posteriori, a través de las cortinas de la censura. ¡Esta obra la tecleó Antolín, por supuesto, pero su ordenador fue, es, metempsicósico; y me daréis la razón desde sus primeras páginas!
Julio Verne, por citar un caso notable, fue capaz de describirnos los piélagos de los siete mares sin salirse de su bañera; Antolín analizó el caso Ifni sin necesidad de cruzar el estrecho, y sin ponerse un tarbush por montera. ¡Os lo afirma y firma este servidor, actuando a los efectos como testigo presencial, de cargo! Otra tanta imaginación no tuvo Cervantes pues, en definitiva, don Alonso Quijano era un espécimen representativo de su país y de su época; por tanto, coetáneo suyo. He aquí el mérito: la capacidad de analizar la Historia en sus causas, y no simplemente contar lo que nos mandaron decir aquellos que mandaban cuando los hechos ocurrieron. ¡Así escribían los Cronistas, y ahí está la monotonía, el aburrimiento, de tantos libros, simplemente fechas, nombres y hechos de armas! Alguien dijo que, Historia es la narración de los sucesos sucedidos sucesivamente en la sucesión de los siglos! Pues no, que eso también lo pueden hacer los loros: Historiar es analizar, analizar sin piedad, descarnadamente, a estilo cirujano, para eliminar, para dilucidar, para desviar las deformaciones, las tendencias. También se nos dice que los pueblos que olvidan sus errores históricos están condenados a repetirlos. ¿Pero qué olvido cabe cuando ni siquiera se llegó a conocerlos?
No se piense, con estos prolegómenos, que se trata de un libro insulso, un análisis de laboratorio. ¡En absoluto! Hay verismo, inteligencia, percepción y penetración, pero también imaginación. ¡Mucha, y de la buena, harmoniosa y grata, tanto que escasea hoy en día, en esta época en la que el lector alza la cabeza a cada página de ciertas obras para preguntarse: ¿Este autor, esta autora, a donde me lleva; sabe lo que quiere, o lo que dice, o dice lo primero que se le viene a la péñola; no estará agitando una coctelera de palabras inconexas, de pensamientos inmaturos? “¡Dios, qué buen vasallo si hobiese buen señor!” ¡Dios, qué buen Autor, dirán tus lectores cuando te lean, cuando se adentren en esta obra!
Pues, eso, que para conocerte estamos aquí, nada menos que en Ourense, en la tierra del oro, un país áureo, y no sólo en metal, sino, y también, en literatura. ¿Será cosa de proclamar a nuestro Antolín hijo adoptivo? Antolín, suerte que tienes de que estemos en el siglo XXI pues si hubieses publicado este libro hace medio siglo, tu recepción no sería aquí, en este salón, sino en los de Pereiro de Aguiar. ¡Cadena perpetua…, para que no abrieses las ventanas del saber y de la verdad!
Si de algo podemos presumir los viejos es de nuestra experiencia, o lo que es igual, de los posos de nuestras vivencias; pues bien, la experiencia de mis tres cuartos de siglo devorando libros es la división básica de nuestras lecturas, pues hay dos clases de libros, dos clases de lecturas: las de matar el tiempo y las de aprovechar el tiempo. Para matar el tiempo vale todo, para aprovecharlo, no. ¡Hay tanto, y tan poco útil, útil sin por eso dejar de ser ameno! ¡Ahí está la maestría de ciertos autores, de los que son, a la vez, literatos y pedagogos!
Centrándonos en el presente: Es una narración que ata, que prende, que te lleva a donde quiere, y sin presión alguna, sugestionado por el buen decir. De paso, enseña y hace meditar al lector en lo que es capaz el ser humano, más allá de la cultura que tenga asimilada, cuando se ve en disyuntivas vitales. En definitiva, cumple el viejo aforismo pedagógico de enseñar deleitando.
El léxico es castrense, de lo más cuartelero, y por ende, verídico. Lo que antes dije: ¡Antolín estaba allí, en su ser anterior, y sonaron en sus oídos los “paqueos” del frente, de un frente sin frente; un frente atípico, de emboscadas; un frente teledirigido, dirigido a distancia, y ello por intereses creados, que diría Benavente, espurios!
¿Qué se puede aprender hoy en día reviviendo el sin sentido de aquellos combates? Ante todo, a amar la paz; y a optar por una convivencia de nivel diplomático. ¿Os parece poco? Aquello de los latinos de que, “Si vis pacem, para bellum”, quedó en ridículo, y de paso, obsoleto, en la tragicomedia de Ifni. En el fondo no queríamos la paz, ni la paz ni la convivencia, que es lo mismo, sino el retorno al Imperio, ¡y por el Imperio hacia Dios! Por eso no estábamos preparados para aquella guerra, para aquel ataque dorsal. ¿Es preparación, es previsión, además de miopía económica, no dotar de puerto a una…, llamémosle colonia, plaza de soberanía, o provincia costera? ¡Y para más inri, apelar al derecho, a la invocación, a la reivindicación, de una pesquería, la histórica de Santa Cruz de la Mar Pequeña! La “Pequeña” estaba en Agadir, pero esto no alcanzó a verlo ni siquiera el isleño León y Castillo.
Mandar no es fácil, y el mandante que ni siquiera es previsor, más que mandante es un mangante, un visionario, un soñador de espejismos. Caídas las colonias, surgió la generación reflexiva del 98; pero no todos reflexionaron, no todos eran intelectuales, ¡intelectuales o inteligentes!, que así nos llevaron en julio del año 1921 al desastre de Annual; y a otros posteriores, también. ¡Qué difícil debe ser la vía diplomática cuando tan pocos genios se dedicaron a ella! Fácil o difícil, pero siempre fue, y seguirá siendo, necesaria, imprescindible para erradicar, eso, de raíz, los grandes conflictos, y máxime en estos tiempos de globalización, cuando y donde todos somos competidores, rivales, vecinos o parientes, próximos o lejanos.
Tan ignominioso fue que Fernando VII le abriese a Napoleón las puertas de España, como que don Hermenegildo le pidiese a Hitler las llaves del Marruecos francés. Pero no paró ahí la cosa, pues detrás de eso vino el acogimiento en las medersas de aquellos “guatanes”, y García Valiño ofertando Ministerios en la Hípica de Tetuán, de paso que ridiculizaba la interdependencia ofrecida por Francia; con un largo etcétera que no viene al caso, pero que bien nos lo hizo pagar De Gaulle encubriendo, poco después, a los “guatanes” vascos. ¡Una por otra no es pecado, según el viejo dicho! Lo que sí es pecado es no reflexionar sobre las grandezas utópicas, sobre ellas y sus consecuencias, cual captó nuestro Antolín, un maestro que analiza, que enseña deleitando, según demostrado queda.
En síntesis, y para no subir demasiado el telón, pues esta obra más que comentada merece ser leída, ya que se explica por si misma: Este Salguero, con un segundo apellido que invoca los Salix, más que un analgésico, más que un ácido acetilsalicílico, lo que nos proporciona con este libro es un agradable quebradero de cabeza al rememorar lo pecaminoso que es y las consecuencias que trae no dar a las cosas, y con las cosas, a las gentes, el trato adecuado y merecido. Como decimos aquí en Galicia, tiene tranca y retranca. Tan meticuloso él que incluso recoge aquellas lluvias torrenciales del invierno del 57, alternando con fuertes sirocos; tan torrenciales que arrastraron por la cuenca del asif Ifni unos cajones del campamento del Batallón Simancas, ubicado en la propia vaguada, y al día siguiente, ¡otro patetismo!, los soldados buscaron sus pistolas en el fango.
¡Hay tantas cosas inéditas que decir del asedio de Ifni que Antolín, con lo animoso, con lo meticuloso y con lo ocurrente que es, con lo que de ello sabe, seguro que nos deleitará con una ampliación de esta novela histórica, con otra publicación de igual éxito! Mientras tanto, no puedo, ni quiero, ni debo concluir esta somera presentación sin agradecerle que nos haya honrado con esta primicia divulgativa de su obra, especialmente dedicada a los combatientes de Ifni, a los que tanto se escatimaron los lauros, los homenajes debidos y merecidos, entre los que se cuentan miles de gallegos, principalmente del Grupo de Tiradores, cuyo capellán, y sólo por referir una anécdota que me parece ilustrativa de aquellas carencias, imprevisiones y penalidades, el lucense Pedro Sánchez Pumariño, que se hizo famoso en vanguardia, siempre en vanguardia, como un soldado más, cargando con su macuto de botellas de ginebra que fue utilizando caritativamente como anestesia en aquellas curas de caballo del frente, tantas que hubo.
Gracias, Antolín; señoras y señores, gracias por su atención,
É improbable que os musulmáns (árabo-beréberes) chegasen a Castroverde naquela invasión do ano 711. Só pasaron á Península, inicialmente, uns 10.000 beréberes, mandados polos árabes Tarik e Muza, e traían 3.000 cabalos. Con eses efectivos, as nosas montañas, e maila nosa climatoloxía, pasar do Douro para arriba, como non fose para facer algunha razzia (roubos), resultáballes practicamente imposible. Quedáronse na parte Sur – Centro – Levante e Atlántica, da Península, ademais das Baleares, terras ás que chamaron Sbania. Quen veu, pero máis tarde, que ese si que estivo en Lugo, camiño de Compostela, onde roubou as campás, foi Al Mansur (Almanzor).
O certo, que aínda vive por aquí algún vello que o recorda, foi que os soldados de Marruecos, (aos que a xente chamaba vulgarmente “mouros”, ou “mauretanos”, pero iso non é pexorativo nin racista senón unha referencia á súa cor morena por non saber distinguir razas e/ou procedencias), daquela ao servizo de Franco, pasaron por Castroverde en Agosto do ano 1936, en camións requisados, dirixíronse a Grandas de Salime, que foi o inicio da resistencia ástur na Guerra Civil.
En calquera caso, as relacións co actual Marrocos, eses veciños do Sur, son intensas, aínda que non sempre satisfactorias. Iso ademais de que hai moitos marroquís traballando en España, principalmente no que foi a súa Sbania. Entre eles, a nosa Asistenta, Sakina, SAKINA IMOUSSATEN.
RENDICIÓN, CLAUDICACIÓN?
Retrocesión? 30-6-1969
Ao día seguinte da
¿entrega?
os marroquís desmontaron
ao Coronel Capaz
da súa estatua na Praza
de España.
A miña Josefina, homenaxeada polo Ejército,
en Canarias,
nos actos do Cincuentenario da Guerra de Ifni,
que ben o merecía:
Que se atreveu a parir o seu primoxénito cos mouros exaltados,
berrando na porta do Hospital:
¡Iahia al Malik!
Despois aquel obsequio do Istiqlal,
aquel atentado chegando a Safí
que lle deixou o corpo saturado de costuras, de cicatrices.
Por se isto fose pouco, as súas atencións,
en particular con soldados feridos ou en dificultades,
un deles, de Castroverde.
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Paracaidistas, na Conmemoración do ano 1957
Na Isleta (Las Palmas de G.C.). Venres, 23-11-2007.
Cincuentenario do ataque a Ifni.
De esquerda a dereita: O Xeneral Arés, Mary Paz (neta do Gobernador Xeneral Gómez-Zamalloa; súa avoa era de Monforte), Diego Barber (que doou este monumento), e nós, os Gómez-Rielo.
De esquerda a dereita: O Xeneral Arés, Mary Paz (neta do Gobernador Xeneral Gómez-Zamalloa; súa avoa era de Monforte), Diego Barber (que doou este monumento), e nós, os Gómez-Rielo.
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19-11-2011
Presentación no Auditorio Municipal de Ourense
da novela histórica “Boualam de Ifni”,
da que é autor o escritor catalán Antolín Hernández Salguero.
da novela histórica “Boualam de Ifni”,
da que é autor o escritor catalán Antolín Hernández Salguero.
…/…
Tengo el honor de presentarles una…, voy a decir,
enciclopedia, pues el calificativo de novela sería una contradictio in terminus. ¡Transmutó mis creencias pues, antes de
leer esta obra, servidor no creía en la transmigración de los espíritus; ahora,
si! Este autor, este Antolín, no hubiese sido capaz de matizar esta creación,
por imaginación, por información y por capacidad de análisis que tenga, si no
se tratase de un ser reencarnado: Su antecesor vivió en Ifni; no sabría opinar
si fue cristiano o musulmán, pero sí que vivió allí, vivió sus anécdotas, sus
comedias y sus dramas, en definitiva sus gestas; ¡y lo hizo en unos años en que
Antolín aún andaba por el París de los niños!
Percibo un resentimiento, un: ¡Si yo estuviese allí, y con mando en plaza, cuántas cosas serían distintas, cuantos errores hubiese aquilatado, eliminado! Esta percepción me hace suponer, casi diría intuir, que Antolín fue una de las víctimas de aquel error de cotas del Canarias…, y así está de resentido! No tienen mérito las ironías de quienes hemos vivido, personalmente, sobre el terreno, y en sus momentos cruciales, la novela de Ifni, aquella gran novela histórica, por no decir histriónica, pero sí lo hay en quien fue capaz de ver, y eso a posteriori, a través de las cortinas de la censura. ¡Esta obra la tecleó Antolín, por supuesto, pero su ordenador fue, es, metempsicósico; y me daréis la razón desde sus primeras páginas!
Julio Verne, por citar un caso notable, fue capaz de describirnos los piélagos de los siete mares sin salirse de su bañera; Antolín analizó el caso Ifni sin necesidad de cruzar el estrecho, y sin ponerse un tarbush por montera. ¡Os lo afirma y firma este servidor, actuando a los efectos como testigo presencial, de cargo! Otra tanta imaginación no tuvo Cervantes pues, en definitiva, don Alonso Quijano era un espécimen representativo de su país y de su época; por tanto, coetáneo suyo. He aquí el mérito: la capacidad de analizar la Historia en sus causas, y no simplemente contar lo que nos mandaron decir aquellos que mandaban cuando los hechos ocurrieron. ¡Así escribían los Cronistas, y ahí está la monotonía, el aburrimiento, de tantos libros, simplemente fechas, nombres y hechos de armas! Alguien dijo que, Historia es la narración de los sucesos sucedidos sucesivamente en la sucesión de los siglos! Pues no, que eso también lo pueden hacer los loros: Historiar es analizar, analizar sin piedad, descarnadamente, a estilo cirujano, para eliminar, para dilucidar, para desviar las deformaciones, las tendencias. También se nos dice que los pueblos que olvidan sus errores históricos están condenados a repetirlos. ¿Pero qué olvido cabe cuando ni siquiera se llegó a conocerlos?
No se piense, con estos prolegómenos, que se trata de un libro insulso, un análisis de laboratorio. ¡En absoluto! Hay verismo, inteligencia, percepción y penetración, pero también imaginación. ¡Mucha, y de la buena, harmoniosa y grata, tanto que escasea hoy en día, en esta época en la que el lector alza la cabeza a cada página de ciertas obras para preguntarse: ¿Este autor, esta autora, a donde me lleva; sabe lo que quiere, o lo que dice, o dice lo primero que se le viene a la péñola; no estará agitando una coctelera de palabras inconexas, de pensamientos inmaturos? “¡Dios, qué buen vasallo si hobiese buen señor!” ¡Dios, qué buen Autor, dirán tus lectores cuando te lean, cuando se adentren en esta obra!
Pues, eso, que para conocerte estamos aquí, nada menos que en Ourense, en la tierra del oro, un país áureo, y no sólo en metal, sino, y también, en literatura. ¿Será cosa de proclamar a nuestro Antolín hijo adoptivo? Antolín, suerte que tienes de que estemos en el siglo XXI pues si hubieses publicado este libro hace medio siglo, tu recepción no sería aquí, en este salón, sino en los de Pereiro de Aguiar. ¡Cadena perpetua…, para que no abrieses las ventanas del saber y de la verdad!
Si de algo podemos presumir los viejos es de nuestra experiencia, o lo que es igual, de los posos de nuestras vivencias; pues bien, la experiencia de mis tres cuartos de siglo devorando libros es la división básica de nuestras lecturas, pues hay dos clases de libros, dos clases de lecturas: las de matar el tiempo y las de aprovechar el tiempo. Para matar el tiempo vale todo, para aprovecharlo, no. ¡Hay tanto, y tan poco útil, útil sin por eso dejar de ser ameno! ¡Ahí está la maestría de ciertos autores, de los que son, a la vez, literatos y pedagogos!
Centrándonos en el presente: Es una narración que ata, que prende, que te lleva a donde quiere, y sin presión alguna, sugestionado por el buen decir. De paso, enseña y hace meditar al lector en lo que es capaz el ser humano, más allá de la cultura que tenga asimilada, cuando se ve en disyuntivas vitales. En definitiva, cumple el viejo aforismo pedagógico de enseñar deleitando.
El léxico es castrense, de lo más cuartelero, y por ende, verídico. Lo que antes dije: ¡Antolín estaba allí, en su ser anterior, y sonaron en sus oídos los “paqueos” del frente, de un frente sin frente; un frente atípico, de emboscadas; un frente teledirigido, dirigido a distancia, y ello por intereses creados, que diría Benavente, espurios!
¿Qué se puede aprender hoy en día reviviendo el sin sentido de aquellos combates? Ante todo, a amar la paz; y a optar por una convivencia de nivel diplomático. ¿Os parece poco? Aquello de los latinos de que, “Si vis pacem, para bellum”, quedó en ridículo, y de paso, obsoleto, en la tragicomedia de Ifni. En el fondo no queríamos la paz, ni la paz ni la convivencia, que es lo mismo, sino el retorno al Imperio, ¡y por el Imperio hacia Dios! Por eso no estábamos preparados para aquella guerra, para aquel ataque dorsal. ¿Es preparación, es previsión, además de miopía económica, no dotar de puerto a una…, llamémosle colonia, plaza de soberanía, o provincia costera? ¡Y para más inri, apelar al derecho, a la invocación, a la reivindicación, de una pesquería, la histórica de Santa Cruz de la Mar Pequeña! La “Pequeña” estaba en Agadir, pero esto no alcanzó a verlo ni siquiera el isleño León y Castillo.
Mandar no es fácil, y el mandante que ni siquiera es previsor, más que mandante es un mangante, un visionario, un soñador de espejismos. Caídas las colonias, surgió la generación reflexiva del 98; pero no todos reflexionaron, no todos eran intelectuales, ¡intelectuales o inteligentes!, que así nos llevaron en julio del año 1921 al desastre de Annual; y a otros posteriores, también. ¡Qué difícil debe ser la vía diplomática cuando tan pocos genios se dedicaron a ella! Fácil o difícil, pero siempre fue, y seguirá siendo, necesaria, imprescindible para erradicar, eso, de raíz, los grandes conflictos, y máxime en estos tiempos de globalización, cuando y donde todos somos competidores, rivales, vecinos o parientes, próximos o lejanos.
Tan ignominioso fue que Fernando VII le abriese a Napoleón las puertas de España, como que don Hermenegildo le pidiese a Hitler las llaves del Marruecos francés. Pero no paró ahí la cosa, pues detrás de eso vino el acogimiento en las medersas de aquellos “guatanes”, y García Valiño ofertando Ministerios en la Hípica de Tetuán, de paso que ridiculizaba la interdependencia ofrecida por Francia; con un largo etcétera que no viene al caso, pero que bien nos lo hizo pagar De Gaulle encubriendo, poco después, a los “guatanes” vascos. ¡Una por otra no es pecado, según el viejo dicho! Lo que sí es pecado es no reflexionar sobre las grandezas utópicas, sobre ellas y sus consecuencias, cual captó nuestro Antolín, un maestro que analiza, que enseña deleitando, según demostrado queda.
En síntesis, y para no subir demasiado el telón, pues esta obra más que comentada merece ser leída, ya que se explica por si misma: Este Salguero, con un segundo apellido que invoca los Salix, más que un analgésico, más que un ácido acetilsalicílico, lo que nos proporciona con este libro es un agradable quebradero de cabeza al rememorar lo pecaminoso que es y las consecuencias que trae no dar a las cosas, y con las cosas, a las gentes, el trato adecuado y merecido. Como decimos aquí en Galicia, tiene tranca y retranca. Tan meticuloso él que incluso recoge aquellas lluvias torrenciales del invierno del 57, alternando con fuertes sirocos; tan torrenciales que arrastraron por la cuenca del asif Ifni unos cajones del campamento del Batallón Simancas, ubicado en la propia vaguada, y al día siguiente, ¡otro patetismo!, los soldados buscaron sus pistolas en el fango.
¡Hay tantas cosas inéditas que decir del asedio de Ifni que Antolín, con lo animoso, con lo meticuloso y con lo ocurrente que es, con lo que de ello sabe, seguro que nos deleitará con una ampliación de esta novela histórica, con otra publicación de igual éxito! Mientras tanto, no puedo, ni quiero, ni debo concluir esta somera presentación sin agradecerle que nos haya honrado con esta primicia divulgativa de su obra, especialmente dedicada a los combatientes de Ifni, a los que tanto se escatimaron los lauros, los homenajes debidos y merecidos, entre los que se cuentan miles de gallegos, principalmente del Grupo de Tiradores, cuyo capellán, y sólo por referir una anécdota que me parece ilustrativa de aquellas carencias, imprevisiones y penalidades, el lucense Pedro Sánchez Pumariño, que se hizo famoso en vanguardia, siempre en vanguardia, como un soldado más, cargando con su macuto de botellas de ginebra que fue utilizando caritativamente como anestesia en aquellas curas de caballo del frente, tantas que hubo.
Gracias, Antolín; señoras y señores, gracias por su atención,
Xosé María
Gómez Vilabella
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Unha curiosidade,
xa que “a cousa” comezou en Annual.
Polos anos 1923/24 parece ser que Josep Pla e
Eugeni Xammar, cando preparaban o atentado contra Alfonso XIII, ofrecéronselle
a Maciá para entrevistarse con Abdelkrim para que atacase o Sur de España, e
así desestabilizar a ditadura de Primo de Rivera. ¡Pretendían volver ao 711!
No 36, por Castroverde, camiño de Asturias.
¡Levounos Franco, para que recuperasen Covadonga,
eles, eles mesmos!
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As nosas relacións
co mundo árabe (musulmán)
É improbable que os musulmáns (árabo-beréberes) chegasen a Castroverde naquela invasión do ano 711. Só pasaron á Península, inicialmente, uns 10.000 beréberes, mandados polos árabes Tarik e Muza, e traían 3.000 cabalos. Con eses efectivos, as nosas montañas, e maila nosa climatoloxía, pasar do Douro para arriba, como non fose para facer algunha razzia (roubos), resultáballes practicamente imposible. Quedáronse na parte Sur – Centro – Levante e Atlántica, da Península, ademais das Baleares, terras ás que chamaron Sbania. Quen veu, pero máis tarde, que ese si que estivo en Lugo, camiño de Compostela, onde roubou as campás, foi Al Mansur (Almanzor).
O certo, que aínda vive por aquí algún vello que o recorda, foi que os soldados de Marruecos, (aos que a xente chamaba vulgarmente “mouros”, ou “mauretanos”, pero iso non é pexorativo nin racista senón unha referencia á súa cor morena por non saber distinguir razas e/ou procedencias), daquela ao servizo de Franco, pasaron por Castroverde en Agosto do ano 1936, en camións requisados, dirixíronse a Grandas de Salime, que foi o inicio da resistencia ástur na Guerra Civil.
Cando subamos, será cousa de preguntarlle a Franco polas súas relacións con De Gaulle,
en particular cal era o papel, o papel e maila acción, dos “guatáns”, aqueles
profesores coránicos que non só ensinaban Corán! E a De Gaulle tamén, polas
razóns, acaso vingativas, da súa protección aos etarras. Dará para escribir un
libro, pero..., Arriba teño entendido que todo é claridade, que xa non se
escriben, nin se len, libros.
En calquera caso, as relacións co actual Marrocos, eses veciños do Sur, son intensas, aínda que non sempre satisfactorias. Iso ademais de que hai moitos marroquís traballando en España, principalmente no que foi a súa Sbania. Entre eles, a nosa Asistenta, Sakina, SAKINA IMOUSSATEN.
Sakina, con Josefina, agora en paz hispano-marroquí.
Na globalización do mundo actual cadora é máis necesario saber idiomas,
cantos máis, mellor; cultivamos os do aquén do Estreito: portugués, francés,
inglés, alemán…, pero, do árabe, se quitamos ao ilustre, xa falecido, señor
Fórneas, de Sampaio de Arcos, poucos chegaron a saber algo, nin sequera aqueles
quintos das quintas, ¡meus pobres, que en África tiveron sede de todo, menos de
idiomas, que lles chegou con castelanizar un pouco, sequera fose para que se
risen deles algo menos, no cuartel! Isto que poño aquí son catro verbas, un
pouquiño, coa única intención de que se teña unha noción, tanto dos musulmáns
como da su lingua principal, pois tamén teñen dialectos, segundo que zonas ou
países.
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Máis datos:
Frases e palabras de uso frecuente, tal que para
unha viaxe turística:
O saúdo:
A-Salaam Alaykum = Que a paz sexa contigo.
Respondendo:
Wa Alaykum A-Salaam = Que contigo estea a paz.
Invocación cerimonial:
Bismilllah. No nome de Alá.
A guerra – Jihad.
A loita interna de cada musulmán – Al Jihad
Abraham – Ibrahim.
Adeus – B´slama.
Albaida, ou al-bed – ovos.
Alhucemas – Al Hoceima.
Ammougars – Festas en honor dos santóns.
Ámote – Ana Kanhabbak, Kanmut a´alik.
Arcanxo Gabriel – Yibril.
Argáns, árbores espiñosas e enmarañadas. Precísanse as noces de 30 argáns
para extraer 1 litro do seu aceite.
Attar – Unha especie de auga de rosas.
Axudar aos pobres – Zakat.
Ayuno – Ramadán.
Ben – Bikhir.
Benvido – Ahlan wa sahlan.
Bérber, Beréberes. Imaziguen = Orixinarios, na súa maioría, das orelas do
Mar Rojo.
Bos días – Sabah el kheer, Sabah el nour.
Boas tardes – Masaa el kheer.
Boas noites – Layla Sa´eeda.
Café con leite – qahwa bi lahlih. (E logo: Kebir, ou Seguer).
Calle, rúa, rue = zankat.
Como estás? – Kidayr?
Como se di? – Kifach katgal?
Como te chamas? – Shu ismuk? Asmitk?
Chámome – Ana ismi.
Chivani – Vello decrépito pero respectable.
Cristiáns e xudeus – Dhímis.
Cuzcuz, ou cous-cous –Sémola cocida ao vapor, con vexetais e cordeiro, polo
e pescado.
Dalle, apura, sigue, etc. – Yallah.
De nada – Afwan, Makayn muchkil.
Djajs – polos.
É obra de Allah (cando sucede algo moi bo, ou ve algo ou alguén moi lindo/a
– Masha´Allah
El –Huwa.
Ela – Hiya.
Falas árabe? – Katahdar el a´arabía?
Falo árabe, pero pouco – Kanahdar el a´arabía shwia.
Figos chumbos = Takanaita.
Grazas – Shukran.
Haidus – Bailes circulares, un tanto hipnóticos.
Harira – Spa espesa e picante feita a base de xudías.
Kebabs – Pinchos de carne.
Lot –Lot.
L´Opinion, do Istiqlal, sae en francés.
Magrib, ou Magreb = Occidente.
Maoma, Mohammed – Muhammad.
Mechoui, ou meshui – borrego asado enteiro sobre carbón vexetal.
Mizziana – Auga doce, recollida da choiva.
Moisés – Musa.
Moitas grazas – Shukran jazeelan.
Noé –Noh.
Non – La, ou Men fdlak.
Non o sei – Ma´arafch.
O Corán – Al Qur´an.
Okey, está ben, basta –Safi.
¡Ola! – Marhaba, Ahlan.
Oración – Salat.
Os rezos do musulmán – Salat.
Paz – Salam.
Pecado – Haram.
Peregrinaxe á Meca – Al Hajj.
Por favor – Men fadlak.
Por favor, anóteo = minfadlik.
Pascua de Abraham, ou sacrificio do carneiro = Aïd al Kebir.
Que? – Shno?
Que Deus permita, Se Deus o permite – Insha´Allah.
Que desexa? Que necesita? – Ashno dghiti?
Que é isto? –Ach hadchi?
Que pasa? – Ach kayn?
Que pena, ou que vergoña (usado nunha situación pouco afortunada) –
Heshuma, Shuha.
Querida / o – Habibi, habid.
Quero, dame – Bghit, A´atini.
Quérote – Ana Kanhabbak, Kanmut a´alik.
Quizais, pode ser – Yimkin, mumkin.
Rezos do Corán – Salat.
Santuario – Zaouia.
Se Deus quere – Insha´Allah.
Sebta – Ceuta.
Shereefs, descendentes do profeta.
Si – Na´am, eh.
Síntoo, desculpa – Smahliya.
Sit – aceite de argán.
Sopa espesa, picante, a base de xudías, prato típico do Ramadán = harira.
Sukar –Azúcar duro, en pilón.
Tajine – Estofado, a fogo lento.
Tu – Nta.
Ulema, a oración, 5 veces ao día.
Vida miña, ou miña vida – Hayati.
Xaxún – Saum.
Xesús – Isa.
Datas e datos históricos
As tribos beréberes do Sur do Atlas nunca foron dominadas polos romanos, e
polos sucesivos sultáns de Marrocos só esporádica e parcialmente.
Moulay Idriss el Akhbar (O Vello) era bisneto de Muhammad, e neto de
Fatima, filla do Profeta, que casou con seu primo Alí. Herdeiro do Califato de
Damasco, chegou a Marrocos sobre o ano 787, xa despois da vitoria omeya, que
dividiu aos musulmáns en dúas seitas, a chiíta e a sunita. Daquela Fez foi a
Bagdad de Occidente, pero os saadíes preferiron Marrakech a Fez, que volveu a
resplandecer cos alauitas.
Tanxer volveu ao control marroquí no ano 1685.
Tiznit foi fundada no ano 1882, o que é unha evidencia do libre e insumisa
que era esa zona próxima a Ifni. Os bereberes Chleuh (cheljas) foron ocupados
por primeira vez durante a “pacificación” francesa dos anos 30.
O noso Protectorado estableceuse no 1912.
Os glaouis. Cando chegaron os franceses, en 1912, os glaouis foron capaces
de impoñer a súa forma de goberno porque controlaban virtualmente todo o Sur.
Madani, 1866/1918, co seu irmán H´Hami el Glaoui, 1879/1956, sofocaron a
rebelión nacionalista de El Hiba, e prometeron lealdade, autoproclamándose
pachás de Marrakech. Os membros desta familia convertéronse en caídes das
principais cidades do Atlas e do deserto. Os franceses consentírono, e incluso
lles deron armas, segundo testemuña Gavin Maxwell: “... para gobernar como
déspotas, perpetuando a corrupción e tamén a opresión contra a que os europeos
foran loitar”.
Xauen foi tomada polos españois no ano 1920.
Entre 1921 e 1927 as tribus rifeñas foixéronnos retornar, retroceder,
recluirnos, nos reductos melillenses. Tan aborrecida se viu España daqueles
rifeños que, no ano 1925, algúns políticos presionaron para que España
avbandonase Marrocos, pero aos franceses convíñalles encomendarnos o control
rifeño, te-las cosas cubertas nun terreo malévolo, levantisco, e por engado,
improductivo, así que nos axudaron a vencer a Abdelkrim, por pura comenencia!
Abdelkrim rendeuse aos franceses no ano 1926. Foi o primeiro nacionalista
importante, só que á súa maneira. Os rifeños volveron ás andadas en 1955/56,
pero desta vez contra Francia, que ben sabían que España, de momento,
protexeríaos, e cando nos decatásemos do perigo, para daquela xa sería tarde.
En Abril do 57 o sultán impúxolles gobernadores sureños, procedentes de Fez e
de Casablanca, que foi a súa decepción; por iso, no 1958, os Beni Urriaguel
rebeláronse abertamente.
Ata 1933 os franceses non deron sometido aos Señores do Atlas.
As tribus beréberes do Sur do Atlas nunca foron dominadas polos romanos, e
polos sucesivos sultáns de Marrocos só esporádica e parcialmente.
Moulay Idriss el Akhbar (O Vello) era bisneto de Muhammad, e neto de Fatima,
filla do Profeta; casou con seu primo Alí, herdeiro do Califato de Damasco;
chegou a Marrocos sobre o ano 787, xa despois da vitoria omeya, que dividiu aos
musulmáns en dúas seitas, a chiíta e a sunita. Daquela Fez foi a Bagdad de
Occidente.
Os saadíes preferiron Marrakech a Fez, pero Fez volveu a resplandecer cos
alauitas.
Ifni ocupouna o entón Coronel Capaz o día 6 de Abril do ano 1934. A
reivindicación por España de Ifni (ou máis exactamente, da Pesquería de Santa
Cruz de Mar Pequeña), remóntase ao Tratado de Tetuán, de 1860, que sinalou a
conclusión da primeira derrota militar de Marrocos nos últimos 200 anos. Sidi
Ifni, capitalidade do Ifni, foi construída sobre un acantilado, como ampliación
do Amezdog inicial, con fascinantes e custosos edificios de estilo art decò, e
con complicados traballos en ferro. ¡Un soño imperialista, unha cidade militar,
colonialista; iso, Art Decò! Hoteis actuais: Hotel Suerte Loca, Hotel Bellevue
(xunto á Place Hassan II), e arriba, na explanada de Tiradores, o Hotel Beau
Rivage.
De Norte a Sur, antes da nosa fronteira, (Tabelkut), estaba a localidade de
Mirhleft.
A “porta” do Sáhara é o poboado de Goulimine.
Casablanca, Casá, ou, Dar el Baida, durante os anos 40 / 50 foi o principal
centro de levantamento contra os franceses; a súa masa obreira formou a base do
partido socialista de Ben Barka.
Mellah, barrio xudeu.
Ribat, mosteiro fortificado.
Coa chegada dos franceses, Marrakech apoiou ao pretendente El Hiba. No
resto do período colonial foi un feudo do Pachá T´hami el Glaoui, que morreu no
1956.
O Protectorado francés durou do 1912 ao 1956. Ata o ano 1933 os franceses
non foron capaces de someter aos Señores do Atlas. Controlaron o Maroc Utile,
séxase os chans productivos próximos a Rabat e a Casá.
No 1956 Fez perdeu gran parte da súa poboación xudea.
Ataque a Ifni: Na noite do 23/24 de Novembro do ano 1957. Pero xa
tivéramos atentados terroristas con antelación a esa data.
Terremoto de Agadir, no 1960.
Mohammed V morreu no ano 1961.
A Marcha Verde, unhas 350.000 persoas, foi no 1975, con Hassan II, e Franco
ás portas..., do Ceo?
Os romanos dicían libio, por
africano.
Xosé María Gómez Vilabella
…/…
Pasa a
DE MOUROS E CRISTIÁNS
-V-
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